Atlanta, Estados Unidos.- Los Atlanta Braves tuvieron un arranque de tropiezos en las Grandes Ligas, pero poco a poco empiezan a despertar, a pesar de no contar con una de sus principales figuras en la lomita de los disparos, como lo es Spencer Stride.
El inicialista de los de la Liga Nacional, sufrió una distensión en el tendón de la corva derecha a principios de abril, lo que lo colocó en la lista de lesionados. La molestia ocurrió mientras jugaba en el Truist Park el lunes, antes de su apertura programada contra los ST. Louis Cardinals.
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Desde entonces el de Atlanta cuenta los días para tener su tan esperado regreso e intentar ayudarle a su club a meterse entre los primeros lugares de su conferencia. “Siento que podría haber sido efectivo ayer. Creo que lanzaré en algún momento de los próximos cinco, seis o siete días. Los detalles no dependen de mí. Me siento bien con mi estado actual. Necesito lanzar. Lanzaría todos los días si pudiera. He lanzado en un solo encuentro de Grandes Ligas en más de un año, así que definitivamente hay muchas cosas en las que trabajar. Necesito las repeticiones, necesito la práctica y necesito moverme a toda velocidad: Sacar outs y trabajar en mi repertorio. Me gustaría poder participar en algunos partidos y poner eso en marcha”, comentó.
Strider entiende la presión que la directiva de Atlanta ha ejercido con su regreso de la lesión en el tendón de la corva derecha, particularmente cuando se perdió toda la temporada pasada, excepto sus primeras dos salidas. “Tener esta cosa del aductor-corva sólo te demuestra que no hay un ‘regreso y estás a salvo. Siempre eres susceptible a lesiones, al fracaso y a jugar mal; no hay un momento en el que regresas a tu refugio seguro de éxito y todo es genial. Simplemente así no funciona la vida”, afirmó Strider, quien ingresó a la lista de lesionados pero espera su regreso.
Pero Strider mantuvo nunca perdió su esperanza de regresar fuerte. Durante su juego simulado del miércoles, él y el coach de pitcheo Rick Kranitz quedaron satisfechos con el movimiento de su recta, que tuvo una velocidad consistente a mediados de las 90 millas por hora, cada lanzamiento.
“Es un partido simulado, así que no voy a salir a lanzar tan fuerte como pueda. Estoy seguro de que si lo hiciera, los gurús del pitcheo en internet me criticarían; estoy como condenado si lo hago y condenado si no lo hago. Tampoco he lanzado en un tiempo. Claro, puedo tirar más fuerte que eso y de alguna manera hice un esfuerzo consciente para no enfocarme en ello. El objetivo para mí era más [enfocarme en] strikes y lanzamientos secundarios. Ésas son las cosas por las que realmente no puedes tener una sensación sin un bateador al frente. No estoy preocupado por la velocidad en este momento”, afirmó.
Fuente: Tribuna.