Ciudad de México.- La trágica muerte de Flor Silvestre conmocionó al mundo del espectáculo, pues el cariño que le tenían a la famosa era grande y hace pocos meses acababa de cumplir los 90 años de edad.
Guillermina Jiménez Chabolla, mejor conocida como Flor Silvestre, fue un ícono de la música y de la actuación, quien con su talento y grande trayectoria, conquistó corazones y el cariño del público que siempre siguió su carrera de cerca, misma que heredó a su hijo Pepe Aguilar, y a sus nietos por parte de él; Ángela, Aneliz y Leonardo.
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Cuando la situación de coronavirus comenzó hace algunos meses, Flor habló para Sale el Sol sobre cómo se sentía al estar encerrada y conocer lo que estaba pasando con dicha enfermedad, pero que su familia no la dejaba de apoyar y estar al pendiente de ella en todo momento:
Estoy muy asustada, sin saber qué pensar ni nada, porque es una cosa horrible lo que estoy viviendo, lo que me está tocando vivir, nada más pedirle a Dios que nos ayude a todos, a todo el mundo. Cómo está eso de horrible, que nos cuide a todos y que tenga misericordia, que tenga misericordia de nosotros".
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Finalizó diciendo que Pepe Aguilar siempre estaba al tanto de ella, pero que ella quería que Dios los cuidara, que estaba preocupada por ellos, pero que le pedía a Dios que estuviera con ellos.
Fuente: Sale el Sol