Reino Unido.- Tras su completo aislamiento en el Castillo de Windsor hace ocho meses debido a la crisis sanitaria, la Reina Isabel II, recientemente se ha podido reunir con varios miembros de la familia real británica, entre ellos el Príncipe William y Kate Middleton, siendo tal vez esta la última vez que los vea personalmente ya que nuevamente se recluirá por el rebrote en los casos de Covid-19.
Recientemente se reveló que ante el nuevo aumento en los casos del tan temido virus, la monarca ha tenido que cancelar su tradicional viaje al Castillo de Sandringham para pasar las festividades decembrinas, que comienzan un par de días antes del 24 de diciembre y acaban a inicios del mes de febrero, tiempo en el que su agenda es liberada y los duques de Cambridge toman el control para cubrir sus eventos reales, que hacían junto con Meghan Markle y el Príncipe Harry antes de su renuncia a la Corona a inicios del año 2020.
Isabel II de igual manera tuvo que cancelar el almuerzo que ofrece en el Palacio de Buckingham, en el que se junta casi por completo su familia, pues se integran sus hijos, algunos nietos y bisnietos, además de amigos muy cercanos y miembros del gabinete del Reino Unido.
Es por ello que posiblemente la soberana y sus familiares, la Princesa Ana, el Príncipe Carlos, Camila Parker Bowless, Príncipe Eduardo, Sophia de Wessex, Kate y William, decidieran coincidir e ir a visitar a su Majestad, para agradecer públicamente a todos aquellos que se encuentran luchando para sacar adelante al país en esta difícil situación.
Para la importante ocasión la Reina Isabel II ha vestido completamente de rojo, el color que usualmente se asocia a estas fechas gracias al traje de Santa Claus, con el que pasó en las puertas del Castillo de Windsor recibiendo a sus familiares, cuidando la sana distancia, que posiblemente no verá hasta dentro de uno o dos meses más, por lo que decidieron aprovechar para mostrarse unidos y agradecer el esfuerzo a los servicios sanitarios, alimenticios, de transporte, seguridad y más que ayudan en la medida de sus posibilidades para frenar el contagio del virus.
Cabe mencionar que según Hola, la soberana de 94 años se mostró especialmente contenta con la llegada de Kate y su nieto William,a quien le pidió acercarse a ella para susurrarle algo al oído de manera confidencial mientras sus hijos y respectivas parejas la esperaban al pie de la escalera brindándoles intimidad charlando entre ellos, plática a la que poco después se unió abuela y nieto nuevamente tomando la distancia que se recomienda tomar.