Kopomá, Yucatán.- Espeleobuzos y personal técnico realizó una expedición en las profundidades del cenote Che há sin imaginarse que realizarían un insólito hallazgo: Localizaron más de 700 kilos de residuos sólidos.
Entre los objetos que se localizaron en las aguas de este recinto fueron 112 medidores de luz, los cuales estaban completamente corroídos por el paso del tiempo y algunos tenían mandíbulas de animales adheridos.
El jefe de la expedición, Sergio Grosjean, señaló que por fortuna sí notaron la presencia de peces vivos en la zona como mojarras y los llamados Aluh en maya, también conocidos como bagres de cenote.
Consideramos que este tipo de acciones atentan contra la salud, no solo de la población que vive cerca del cenote que aprovechan el agua de pozo para consumo humano, animal e incluso hortalizas, sino un riesgo inminente para las poblaciones circunvecinas que extraen agua que luego es clorada para consumo humano, y por ende, no se eliminan los metales pesados", resaltó Grosjean.
Los investigadores resaltaron que aún no se sabe si estos metales provocaron la muerte de los animales que se observaron en el fondo pues se localizó un esqueleto y al menos tres cráneos de cocodrilos, destacó el portal de Milenio.