Acacoyagua, Chiapas.- En un hecho que ha encendido las alertas sanitarias en México, autoridades de salud confirmaron el primer caso humano de miasis causado por el gusano barrenador del ganado (Cochliomyia hominivorax). El caso se presentó en una mujer de 77 años originaria del municipio de Acacoyagua, Chiapas, y ha motivado la activación de protocolos de vigilancia epidemiológica y atención médica especializada.
La Secretaría de Salud informó que la paciente se encuentra estable y bajo tratamiento con antibióticos. Fue trasladada al Hospital de Alta Especialidad Ciudad Salud de Tapachula, donde continúa recibiendo atención integral. De acuerdo con las autoridades, se han puesto en marcha diversas acciones de contención y monitoreo en la localidad de residencia de la afectada, con la participación de brigadas de salud y personal del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica).
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Este caso, considerado inusual por su rareza en humanos, ha reactivado la preocupación por la presencia del gusano barrenador en la región. Aunque esta plaga afecta principalmente al ganado, puede ocasionalmente infestar a humanos cuando las larvas de la mosca hembra invaden heridas abiertas o zonas con tejido dañado, causando una infección conocida como miasis. Hasta el momento, no se han registrado más casos en humanos, pero la Secretaría de Salud mantiene una estricta vigilancia en la zona para evitar una posible propagación.
Las acciones incluyen capacitaciones al personal de salud local, revisiones casa por casa y promoción de medidas preventivas entre la población. Cabe destacar que a finales de 2024 se había reportado un brote de gusano barrenador en Chiapas, lo que obligó a implementar una barrera sanitaria para inspeccionar al ganado en el sur del país. Estos esfuerzos se reforzaron en febrero de 2025 con apoyo del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), buscando contener la plaga de forma rápida y eficaz.
El gusano barrenador representa una amenaza tanto para la salud humana como para la productividad ganadera. Su tratamiento incluye la remoción manual de larvas, limpieza exhaustiva de las lesiones y el uso de desinfectantes y antibióticos para evitar infecciones secundarias. La prevención, coincidieron las autoridades, sigue siendo la mejor herramienta para evitar nuevos casos.
Fuente: Tribuna