Ciudad de México.- Sin embargo, sigue siendo una de las problemáticas de salud reproductiva menos discutidas en espacios públicos y en el ámbito institucional.Los especialistas coinciden en que el tema requiere mayor visibilidad, pues se entrecruzan factores médicos, económicos y culturales que dificultan tanto el diagnóstico como el tratamiento oportuno.
El 15% de las parejas mexicanas tiene problemas para concebir
Como ya es sabido, la infertilidad es la incapacidad de lograr un embarazo tras 12 meses de relaciones sexuales sin anticonceptivos. Y actualmente, esta condición afecta a aproximadamente entre el 15 y 17% de las parejas mexicanas en edad fértil, según la Secretaría de Salud.
Las principales causas de infertilidad en mujeres incluyen alteraciones ovulatorias, endometriosis y bloqueo de trompas de Falopio. En los hombres, la baja cantidad o calidad de esperma representa una causa común. A ello se suman factores compartidos como el estrés, el estilo de vida sedentario, enfermedades crónicas y el retraso en la edad para buscar un embarazo.
De hecho, datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indican que la edad promedio para el primer hijo en mujeres urbanas ha aumentado, situándose por encima de los 29 años en algunas regiones, lo cual influye directamente en la fertilidad de las parejas.
Los tratamientos, costos y desiguales en el acceso
En México, existen clínicas públicas y privadas que ofrecen tratamientos de fertilidad, aunque el acceso es limitado. Según el Consejo Nacional de Población (CONAPO), solo una fracción mínima de parejas afectadas puede costear procedimientos como la fertilización in vitro (FIV).
Asimismo, la Red de Acceso a la Reproducción Asistida en América Latina señala que la mayoría de estos tratamientos se realizan en centros privados y ubicados principalmente en grandes ciudades como CDMX, Monterrey y Guadalajara. Esto implica que hombres y mujeres de Sonora, de Zacatecas y de las zonas más rurales queden fuera o carecen de seguridad social.
Caras conocidas que visibilizan esta realidad
En los últimos años, algunas figuras del entretenimiento han hecho pública su experiencia con la infertilidad, ayudando a abrir la conversación y a reducir el estigma asociado a este tema.
Sus historias han generado empatía en redes sociales y medios, y han contribuido a visibilizar lo que muchas parejas viven en silencio:
- Claudia Álvarez, actriz mexicana, compartió que se sometió a un tratamiento de fertilización in vitro para lograr su embarazo gemelar, visibilizando las emociones y retos que enfrentó durante el proceso.
- Jacky Bracamontes, exreina de belleza, ha relatado abiertamente en muchas ocasiones sus experiencias con tratamientos de fertilidad, así como las pérdidas gestacionales que atravesó, aportando una mirada honesta y emocional al tema.
- Montserrat Oliver, conductora y empresaria, expresó varias veces su interés en formar una familia mediante métodos alternativos junto a su pareja, visibilizando también el deseo de maternidad en configuraciones familiares diversas.
Estos testimonios no solo humanizan la infertilidad, sino que ayudan a romper con estereotipos y alientan a más personas a hablar del tema sin miedo ni culpa.
La urgencia de una estrategia nacional
Son muchos los expertos en fertilidad que advierten que, para enfrentar esta problemática, se requiere una estrategia nacional que incluya una mayor capacitación del personal de salud en diagnóstico temprano, así como el acceso gratuito o subsidiado a tratamientos básicos de fertilidad.
Asimismo, la difusión de campañas de información y desmitificación sobre salud reproductiva es indispensable para llegar al máximo de mexicanos y mexicanas posible.
Porque la infertilidad no se trata de un tabú, sino de una condición médica que, como tal, requiere de acompañamiento, inversión pública y un enfoque empático desde los medios, las instituciones y la sociedad.