Ciudad de México.- El síndrome del intestino irritable (SII) es un trastorno gastrointestinal crónico, que afecta a millones de personas en el mundo, provocando síntomas cómo dolor abdominal, distensión, gases, diarrea o estreñimiento. Si bien no tiene una cura definitiva, los cambios en la alimentación pueden marcar una gran diferencia en la calidad de vida de quienes lo padecen. La dieta juega un papel fundamental en el manejo de SII. Evitar ciertos alimentos e incorporar otros pueden transformar tu calidad de vida.
El síndrome del intestino irritable, se da comúnmente en la adultez temprana, aunque también puede aparecer en etapas posteriores de la vida. Los síntomas varían pudiendo ser severos y presentarse de forma continúa y no continúa, repercutiendo el bienestar físico y emocional de las personas que lo padecen. Aunque el SII no tiene cura, existen formas efectivas para manejar sus apariciones. Una investigación publicada en The Lancet Gastroenterology & Hepatology destaca que los cambios en la dieta son más efectivos que los tratamientos médicos en el manejo del trastorno.
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La dieta baja en FODMAP es una estrategia eficaz para reducir los síntomas del síndrome del intestino irritable. Se basa en eliminar temporalmente alimentos fermentables, y luego reintroducirlos de forma controlada. Esta dieta ha demostrado reducir los síntomas del SII hasta en un 75% de los pacientes. Muchos pacientes con síndrome del intestino irritable presentan sensibilidad a los alimentos ricos en FODMAPs (carbohidratos fermentables).
Algunos de los más comunes son:
- Ajo y cebolla.
- Trigo, cebada y centeno.
- Legumbres cómo lentejas y garbanzos.
- Lácteos con lactosa.
- Frutas cómo manzana, pera, sandía.
Los siguientes alimentos suelen ser bien tolerados y ayudan a calmar el sistema digestivo:
- Arroz blanco y avena sin gluten.
- Zanahoria, calabacín, espinaca cocida.
- Plátano maduro, arándanos, fresas.
- Carnes magras y pescado.
- Yogurt sin lactosa.
Para controlar el intestino irritable, es importante tomar estos consejos:
- Evita el estrés y practica técnicas de relajación: La relación entre el cerebro y el intestino juegan un papel fundamental en el SII, siendo el estrés y la ansiedad desencadenantes conocidos de síntomas gastrointestinales. Métodos de relajación cómo la respiración profunda demostraron aliviar síntomas.
- Realiza actividad física de manera regular: El ejercicio físico es relevante en la gestión del trastorno intestinal, caminar después de comer, puede estimular el tracto gastrointestinal y ayudar a tratar síntomas cómo el estreñimiento, gases, distensión.
- Consulta a un profesional de la salud: Antes de iniciar cualquier dieta, es fundamental consultar con un nutriólogo, o gastroenterólogo, un enfoque personalizado asegura mejores resultados y evita deficiencias nutricionales.
Adoptar una dieta adecuada puede transformar la vida de quienes padecen síndrome del intestino irritable, reducir los alimentos desencadenantes y seguir pautas digestivas amigables mejora los síntomas, el bienestar general y la calidad de vida.
Fuente: Tribuna