Guadalajara, Jalisco.- Naomi Sofía Figueroa Álvarez, que hasta el 31 de mayo ocupó un puesto eventual en el gobierno de Guadalajara, ha generado indignación tras confesar en una transmisión en vivo en la red social TikTok que sacrificó a un perro con fines religiosos; en el video, Figueroa Álvarez defendió las prácticas de la religión orisha, también conocida como yoruba, argumentando que esta fe le ha brindado importantes beneficios tanto personales como espirituales.
Fue durante una transmisión que Naomi Sofía compartió detalles sobre su experiencia en esta religión, argumentando que le ha permitido saber quién la va a traicionar y quién no; además, alentó a su audiencia a considerar unirse a estas creencias, pese a los costos económicos que implican.
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Sí, es un poco cara, pero vale la pena. Es una religión que más adelante te va a dar más. Los orishas saben muy bien qué va a pasar contigo”, afirmó.
Esta confesión no tardó en generar una fuerte reacción por parte de los usuarios en las redes sociales, quienes manifestaron su indignación por la práctica del sacrificio animal, calificándola como un acto inhumano y cuestionando su lugar en un contexto que busca proteger los derechos de los animales.
Por su parte, grupos defensores de los derechos de los animales también expresaron su rechazo, exigiendo que se investigue si estas acciones violan las leyes locales o nacionales sobre el maltrato animal. Ante esto, el gobierno de Guadalajara se deslindó de Figueroa Álvarez a través de un comunicado, señalando que la exfuncionaria ya no formaba parte del equipo desde finales del mes de mayo.
Esta persona trabajó de manera eventual y no pertenece al personal actual del gobierno de Guadalajara”, aclaró la autoridad local, buscando distanciarse de los comentarios y acciones de Naomi Sofía Figueroa Álvarez.
Es importante destacar que, la práctica del sacrificio animal en rituales religiosos, está permitida en algunas culturas y sistemas de creencias, incluido el orisha; esta religión, originaria de África Occidental y practicada en varias partes del mundo, justifica el sacrificio como un acto sagrado destinado a honrar a los orishas o deidades.
Fuente: Tribuna