Ekaterimburgo, Rusia.- Un fotógrafo ruso, quien fue condenado por asesinar y quemar el cuerpo de su esposa, una modelo, luego de que él creyera que lo había contagiado de VIH, fue dejado en libertad.
Fiscales buscan dar reverse a la decisión de dejar en libertad al hombre de 44 años identificado como Dmitry Loshagin, a solo 5 años de que fuera encontrado culpable de romperle el cuello a Yulia Loshagina, de 26 años, luego de que pelearan en la azotea de su penthouse.
Una Corte de la ciudad de Ekaterimburgo determinó que el asesino de 44 años fuera dejado en libertad tres años antes de lo estipulado en su sentencia y le permitió vivir con sus padres con algunas restricciones. Esto enfureció al público y a la familia de la modelo.
- El crimen
La pareja fue vista peleando en una fiesta que organizaron en su penthouse valuado en más de 1 millón de euros en el 2013 y Yulia nunca volvió a ser vista con vida. El fotógrafo fue condenado a casi 10 años en la cárcel luego de que la jueza determinara que él había enfurecido y le habría roto el cuello.
El cuerpo desnudo de la modelo fue encontrado en las montañas en Rusia. Su cuello estaba roto y su rostro y manos estaban quemadas, por lo que resultó difícil reconocerla. Cuando encontraron su cadáver, su esposo dijo que no podía ir a identificar el cuerpo ya que estaba en una presentación de sus fotografías.
Las heridas de la joven eran tan severas que la dejaron irreconocible y solo pudieron reconocerla por medio de pruebas de ADN. Loshagin fue absuelto en el primer juicio y hasta el segundo pudo ser condenado, sin embargo, nunca ha reconocido ser culpable.
Según informes, Yulia fue "brutalmente violada" una hora antes de su muerte. Trascendió que el hombre la habría asesinado pues creía que tenía un amante secreto y tenía miedo de que ella lo hubiera contagiado de VIH. Otra teoría apunta a que habría muerto mientras sostenían relaciones.
Otras teorías reportadas por medios locales fue que Yulia habría sido asesinada por un sicario contratado por su presunto amante, ya que tendría miedo de que su relación fuera revelada.
Pese a especulaciones, detectives rusos descartaron que ella tuviera un novio secreto, aunque Loshagin les dio el nombre de un hombre al que supuestamente veía.
El fotógrafo siempre ha sostenido que es inocente y aseguró en su primer juicio que lo estaban inculpando por el asesinato. Él y la ahora fallecida se enamoraron en una sesión de fotos realizada en India, cuando él le tomó algunas fotos en un vestido de novia. Se casaron en el 2011.
La liberación de Loshagin ha causado revuelo, sobre todo entre mujeres sobrevivientes de ataques por parte de sus exparejas, activistas y la familia de la modelo, quienes aseguran que nunca ha mostrado arrepentimiento ni se ha disculpado por el crimen.