Texas, EU.- Abel Revill Ochoa, un hombre originario del estado de Durango, de 47 años de edad, es condenado a muerte para el próximo jueves, luego haber asesinado a sus familiares en 2003.
Con nada a su favor, el sujeto tendrá que recibir la dosis letal del sedante pentobarbital en la prisión de Huntsville, donde morirá lentamente.
Cabe mencionar que a Abel todavía le quedarían esperanzas de vivir, al conseguir que la Junta de Perdones de Texas recomiende conmutar su pena de muerte a cambio de una cadena perpetua, lo cual no es muy común que suceda.
El asesinato de los cinco integrantes de la familia se dio luego de que Ochoa le pidió a su esposa 10 dólares para comprar crack, la cual le provocó un extraño comportamiento, por lo que sacó una pistola de armario y disparó en contra de ellos.