Jerusalén, Israel.- Un niño de 9 años fue llevado a un hospital de Jerusalén por presentar somnolencia, pero tras una tomografía los médicos le hallaron una bala alojada en el cerebro.
Tras someter al paciente a una cirugía de emergencia, la madre informó que su hijo estaba jugando con sus amigos y creía que "tal vez algo le cayó encima".
El neurocirujano a cargo, Guy Elor, dijo que "la historia realmente no estaba clara", que el menor estaba consciente y solo tenía una pequeña herida en la cabeza.
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Nadie en el hospital tenía idea de que le habían disparado con un arma. Era un niño de 9 años que tenía un poco de sueño. Fue bastante extraña", dijo el médico.
Según los análisis la bala entró en la cabeza por el lado derecho, atravesó el cerebro y se detuvo en la parte posterior del cráneo. Los expertos confirmaron que el menor estaba en buenas condiciones, despierto y podía mantener comunicación con los demás.
Por su parte, las autoridades ha abierto una investigación para determinar lo ocurrido.