Brasil.- La Policía de Brasil rescató a un niño de 11 años que había sido dejado encadenado por su propia familia. El menor, quien estaba desnudo, tenía los brazos y piernas atadas a un barril de metal y estaba sumamente desnutrido.
El rescate del niño ocurrió este pasado 30 de enero y tanto el padre, de 31 años, la novia de este de 39 y su hija de 22, fueron arrestados bajo sospechas de tortura.
Lee también: ¡Indignante! Graban a maestro pedófilo al abusar de niña de 3 años en salón de clases
Según el reporte de la Policía, el niño era obligado a permanecer encadenado al barril desde que tenía 10 años. Incluso, tenía que ir al baño dentro del mismo, por lo que estaba repleto de excremento y orina.
No podía escapar del barril, ya que ponían un lavamanos de mármol para taparlo. Fue hasta que vecinos de esta familia reportaron a la Policía que habían notado que el menor había dejado de ir a la escuela y ya no jugaba con otros niños en el vecindario.
Autoridades acudieron a la vivienda y encontraron al niño sin ropa, débil y con señales severas de desnutrición. Sus piernas estaban tan hinchadas por estar de pie todo el tiempo que no podía sentarse o agacharse.
La Policía tuvo que usar un cortador de cables para quitarle las cadenas mientras que el menor le dijo a los oficiales durante el rescate: "Solo quería algo que comer". Fue llevado de emergencia al hospital y puesto en el cuidado de una tía.
Podría interesarte: Bebé de 18 meses vivió un infierno; novio de su madre abusó de ella y la mató a golpes
El menor contó el terrible abuso al que era sometido a manos de su padre. Según contó, este le tiraba cloro y agua fría para que se bañara. Reveló que llevaba tres días sin comer y que había sido encadenado al barril con frecuencia desde que tenía 10 años.
Hasta comía excremento porque no tenía nada más que comer. He estado en la Policía durante 23 años y lo hemos visto todo, menos esto", dijo el sargento Mike Jackson, quien ayudó al menor.
El padre del niño, quien trabajaba en la limpieza, presuntamente dijo que su hijo estaba "agitado en casa" por lo que decidió encadenarlo al barril "para enseñarle una lección". Él y su novia, quien es trabajadora de limpieza, fueron arrestados cuando regresaron a casa del supermercado durante su rescate.
Ella y su hija, una asistente de ventas, fueron acusadas de permitir la tortura sin intervenir para detenerla. Según medios locales, si se les encuentra culpables, el padre del niño podría enfrentar de 2 a 8 años en prisión. Sus cómplices podrían pasar de uno a 4 años cada una.
Fuente: The Sun