Michigan, Estados Unidos.- Una niña de 10 años, cuyo sueño y mayor deseo era estar lo suficientemente alta para subirse a un famoso tobogán de un parque acuático, murió de un paro cardíaco al no poder soportar la emoción.
La pequeña London Eisenbeis esperó paciente su descenso en el tobogán que tenía una caída de 83 metros, sin embargo, su emoción se volvió mortal ya que cuando salió del otro lado segundos después, su corazón ya no latía.
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La menor fue llevada de inmediato al hospital y fue puesta en soporte vital, sin embargo, murió nueve días después de la tragedia. London, quien era una talentosa gimnasta que adoraba a los gatos, fue enterrada en el día del "baile padre e hija" en su escuela, en el que planeaba usar un hermoso vestido sin zapatos para "parecer un ángel".
- ¿Qué fue lo que pasó?
Según médicos, el ritmo cardíaco de London se volvió muy irregular por la emoción y adrenalina al lanzarse del tobogán. La menor padecía algo que su familia desconocía, una rara condición -potencialmente fatal- llamada el Síndrome del QT largo.
Este padecimiento puede provocar latidos rápidos y caóticos. Es hereditario o aparece como resultado de un medicamento o una enfermedad. De acuerdo con reportes, a menudo no es diagnosticado o se diagnostica erróneamente con otro trastorno.
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Los hechos ocurrieron en febrero del 2018, sin embargo, su madre Tina se ha dedicado a crear conciencia sobre las condiciones cardíacas 'escondidas' y la importancia de usar desfibriladores, algo que pudo haberle salvado la vida a su hija.
Bajó por el tobogán y salió con un paro cardíaco. London volteó a ver a su papá, le mostró sus dos pulgares arriba y sonrió. Se lanzó por el tobogán y salió con un paro cardíaco. La emoción alteró su ritmo", recuerda su madre.
Fuente: The Sun