Minneapolis, Estados Unidos.- Kimberly Potter, expolicía de Minneapolis que asesinó a Daunte Wright, joven afroamericano de 20 años de edad el pasado domingo 11 de abril, ha sido detenida y enfrentará cargos, informó el Buró de Aprehensiones Criminales del Departamento de Seguridad Pública de Minnesota.
Según las declaraciones de Potter respecto al acontecimiento, se habría confundido al momento sacar su táser, por lo que en vez del aparato, desenfundó su pistola y disparó 'accidentalmente' contra Daunte, quien murió ante el impacto con el arma de fuego. Al enterarse, miles de ciudadanos y usuarios de Internet de todo el mundo estallaron indignados, argumentando que se trataba de represión policial y racismo.
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Esta es la foto de Kim Potter, la oficial de policía que disparó al joven de 20 años #DaunteWright. Ella será acusada de homicidio involuntario en segundo grado. Ayer dimitió tras 26 años como policía".
En este sentido, el pasado martes 13 de abril, la ahora exagente renunció a su cargo como oficial de Minneapolis; no obstante, este 14 de abril a las 11:30 de la mañana, fue detenida por la causa probable de homicidio en segundo grado por la muerte de Wright. De acuerdo con el fiscal del condado de Washington, Pete Orput, la mujer será fichada en la cárcel de Hennepin y podría pasar hasta 10 años en prisión.
La muerte de Daunte Wright representa para muchos, un caso más de abuso policial, racismo y discriminación en Estados Unidos; además, se le vincula con la muerte de George Floyd, quien murió el 25 de mayo de 2020 en la misma ciudad y de la misma manera, razón por la que manifestaciones se han suscitado durante tres noches consecutivas pese al toque de queda que el gobierno ha ordenado.
En redes sociales, los hashtags #BlackLivesMatter y #ACAB han cobrado fuerza alrededor del mundo después de ese acontecimiento; sin embargo, Estados Unidos no es el único país en donde se denuncia abuso de autoridad. Hace unos días, 28 de marzo de 2021, una mujer migrante oriunda de Honduras, fue asesinada por policías en Quintara Roo, México.
Fuente: NY Post