Coventry, Inglaterra.- Un conductor admitió que fue él quien causó la muerte de una pequeña niña, quien era "amada y adorada" en un accidente automovilístico fatal.
Ola Onubogu, de 53 años, se declaró culpable de matar a Isabelle Boshell, de 11 años, después de derribarla en un Toyota en Coventry el año pasado.
La llevaron de urgencia al hospital luego del fuerte accidente en Tamworth Road en octubre, pero lamentablemente murió cuatro días después. Su desconsolada familia dijo que era "la mejor hija que alguien podría tener".
Onubogu permaneció en el lugar y recibió tratamiento por heridas leves. La Policía hizo un arresto en ese momento, pero solo anunció el mes pasado que había sido acusado.
Onubogu compareció ante el tribunal la semana pasada, donde se declaró culpable de causar la muerte de Isabelle al conducir sin el debido cuidado y atención. Será sentenciado en Warwick Crown Court el 21 de abril. También se le impuso una prohibición de conducir provisional.
Tras la muerte de Isabelle, su afligida familia rindió homenaje a la pequela Isabelle. Dijeron en un comunicado: "Isabelle era una hija, nieta, bisnieta y hermana cariñosa. Sus amigos y familiares la amaban y su perro y su gato a quienes amaba la adoraban".
Fuente: The Sun