Los ataques a Bagdad y el incremento al precio de barril del petróleo + Los desaprovechados ‘booms’ petroleros en México

Columna de Hierro

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Escrito en OPINIÓN el

Si usted es de los que empezó a hacer su cochinito o su guardadito para emprenderla con rumbo a la vecina república de Navojoa, ahora que el güero deschavetado de Trump le secunde otro golpe bajo a los iranies y con lo que en un descuido se estaría desatando la Tercera Guerra Mundial le tengo dos noticias buenas:

La primera es que declaraciones como las que acaba de hacer la autoridad iraní --a los que les escucho muy bien, pero no les entiendo nada-- en el sentido de que los gringos tendrán una respuesta en el que la noche se verá como en pleno día, a eso de las tres de la tarde en el sopor del agosto cajemense, a raíz del bombardeo que se estará lanzando desde el Medio Oriente, las he venido escuchando en los últimos cincuenta años.

Es más, cada vez que los gabachos quieren aumentar el precio del petróleo, recurren a esta sobada maniobra en el que van y le jalan la cola al gato, situación que si bien viene a tensar las relaciones entre ambos pueblos, a México y los países petroléros de sudamérica nos va de lo mejor en relación a los ingresos petroleros.

La segunda buena noticia es que no habrá Tercera Guerra Mundial.

Por una simple razón, de darse una tercera conflagración, esta ocurrirá en tan solo tres pasos: Primero el estruendo, luego la luz y finalmente la oscuridad total.

Y cuando se dice finalmente esto es literal porque será de tal magnitud y de tal alcance que no quedará un solo ser vivo que viva para contarla sobre la faz de la tierra.

Lo que los científicos y aquellos que le entienden a la acción destructiva nuclear quieren decir es que ya no habrá mano humana que pueda levantar el switch.

Dicho en castellano, ya no habrá más de que preocuparse.

En caso contrario, de no haber esto último, es muy probable de que antes de que concluya el primer trimestre de este año, gracias a las participaciones extras que se podrán estar mandando de parte del Gobierno Federal, producto del aumento en las ventas del petróleo usted y yo no iremos sigsageando por estas calles de Dios en las que ya no sabe uno si sacarle la vuelta al bache o al policía.
Y esto no es broma.

Para los que apuntan, una situación similar ya la vivimos en par de ocasiones; la primera con José López Portillo en la que nos invitaron a prepararnos para administrar la abundancia  y en la segunda en los tiempos de Vicen Fox.

Nada más para darnos una idea del boom petrolero en la época de López Portillo de 4 dólares que valía el barril por aquellos años en 1979, a finales de su Gobierno, el precio por barril de exportación alcanzó los 79 dólares.

Encima de esto habría que sumarse al boom que las reservas petroleras se fueron de 10 mil millones a 70 mil millones de barriles de diarios gracias a que por esos mismos dias se descubrieron nuevos yacimientos petroleros en Tabasco, Chiapas y la Sonda de Campeche.
Con todo y esto, López Portillo le entregó el poder a Miguel de la Madrid con una deuda externa cuatro veces mayor de la recibida de manos de Luis Echeverría y un país con la mitad de los mexicanos casi en la miseria y en el que lo único que creció fue el número de pobres.

Situación similar se vivieron en los tiempos de Fox que tampoco supo qué hacer con las dos cosas que se le presentaron casi sin pedirlo y como caído del cielo:

Primero el haber sacado al PRI de Los Pinos y no haber consolidado el movimiento democrático que originó su triunfo en el 2000 y el referido boom del petróleo que llegó a alcanzar los 103 dólares no obstante a haber sido contemplado en el presupuesto de 2001, a inicios de su Gobierno a 70 dólares por barril.

Dos situaciones que pudieron marcar la diferencia en su Gobierno y sus antecesores, emanados, todos del PRI.