OPINIÓN

Ya no van a ver al PRI ni al PAN, ahora los hombres del poder van a donde está Morena

Rumbos

Mario Rivas, columnista.
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POR LO PRONTO, el presidente AMLO ya tiene un mensaje de bienvenida a Sonora, en su anunciada visita de este sábado.

Y se la da nada menos que el más beligerante de los hermanos LeBarón. Daniel. Textual: “Si lo ven le dicen que seguimos esperando justicia, que aún flotan en el ambiente las cenizas de mi hija y nietos, que el país y la zona siguen secuestrados. Se lo diría pero no me han convocado a la visita que hará Andrés Manuel López Obrador a la familia MIA”.

Hago hincapié en las mayúsculas en la palabra MIA. No son mías. Son de DANIEL LEBARÓN.

En otras circunstancias y en otras latitudes, pero además, con otros actores, esto sería una bofetada con guante blanco. Pero en este país, en esta circunstancia y con estos actores, simplemente es un motivo más para arrancarle una sonrisa de labio volteado al inquilino de Palacio Nacional.

A propósito de AMLO, ¿cómo se califica a un gobernante cuando apenas han transcurrido menos de dos años de su mandato?

No es fácil, pero tampoco imposible.

Un primer tabulador, sería analizar a quienes, con iracundia y falta de control emocional, entra a una defensa irracional atacando a los autores, en lugar de a las ideas.

Ahora que bien vistas cosas, tampoco esto de las ideas le gusta mucho a los seguidores de AMLO.

Quiero y voy a decirlo ahora: a propósito de mi breve artículo publicado ayer en esta columna, en el que fue primer actor el expresidente de Uruguay, JOSÉ MUJICA, este modesto espacio periodístico ha recibido docenas de correos electrónicos, WhatsApp, llamadas telefónicas y hasta un par de cartas manuscritas de ejidatarios de la zona Fuerte- Mayo, allá en el mero sur de Sonora.

¡A este hombre le adora esa gente del campo!, a quien por cierto ni siquiera conocen.

Intrigado y con cierta emoción, quise saber por qué personas del campo sonorense, las que tienen qué trabajar con más ahinco para llevar la comida a la mesa, expresan estos sentimientos totalmente despojados de intereses políticos o de Gobierno.

Me interesaba conocer las causas por las que sembradores de esa región apartada del resto del territorio estatal, mostraron tal seducción por un relato que describe a un hombre en unas cuantas líneas y enmarcadas en una anécdota de sus tiempos de presidente de la República de Uruguay.

Realicé unas cuantas llamadas y, de entrada, localicé uno de los principales motivos de esta reacción ciertamente muy humana.

En unas declaraciones que hace algunos meses hizo JOSÉ MUJICA, precisamente en Venezuela se debatían en algo muy parecido a la hambruna, él salió al paso y explicó por qué cuando era presidente de Uruguay, apoyó a los sectores de la ganadería y la agricultura, porque estaba convencido que sin los alimentos que proporciona el campo el país simplemente no podría sobrevivir a una crisis alimentaria.

NICOLÁS MADURO no hizo caso de estas reflexiones y Venezuela ya no tenía nada para comer.

Uruguay, en cambio, no solo sobrevivió a la crisis sino que se convirtió en un gigante de las exportaciones de carnes y granos.

Esta simple y sensata reflexión, muestra que se puede ser socialista —aunque uno no comulgue con esta doctrina social— sin causar daños a los demás.

Y yo me preguntaba, decía ayer, por qué AMLO no tiene en su lista de próceres, a este singular personaje de nuestra historia contemporánea.

Como sea, ha sido una bonita experiencia y sí, mucho me gustaría conocer a José Mujica. Por cierto, cómo me gustaría conocer a personajes mexicanos de nuestra política nacional. Es productivo en más de un sentido, intercambiar impresiones con aquellos que han pasado por una serie enorme de experiencias. Escucharlos, saber cómo pudieron transitar por esos escollos, en esos momentos de adversidad.

Pues sí: ahí viene AMLO a Sonora. Se dice que entregará 500 millones de pesos a Hermosillo. A CÉLIDA LÓPEZ. Se decía que lo propio se haría en Cajeme.

No lo sé. En realidad, en la Cuarta Transformación uno ya no sabe en qué mundo nos encontramos. No se sabe quién tiene la bola. Hacia dónde vamos y a qué vamos.

A ver, dígame usted: ¿hay desconfianza, en la administración de AMLO de que el Gobierno Municipal de Cajeme, el de SERGIO PABLO MARISCAL, no maneje con probidad aquellos famosos 500 millones prometidos al munícipe hace ya tiempo?

¿Y a Célida no le tiene desconfianza pero a Sergio Pablo sí?

Según veo yo las cosas, hay un desquiciamiento en la relación de los poderes federales y municipales pero también los hay con los federales y los de casa.

¡Y usted y yo que pensábamos que solo era con los de la oposición!

Bueno, a lo mejor es porque AMLO aplica el dicharajo de LÁZARO CÁRDENAS, de que “los de casa comen al último y en la cocina”.

¡Ah, raza!

En fin.

DE AQUÍ, DE ALLÁ DE Y DE MÁS ALLÁ

¡OH, LA LÁ! ACUSO RECIBO del mensaje que, por lo que a mí corresponde, nos envió a BULMARO PACHECO y a mí, el exdiputado local ALFONSO VALENZUELA SEGURA…

Y, por favor, que nadie piense que se trata de algo agraviante. Vamos, pero ni mucho menos…

Lo que sucede —y yo lo comprendo— es que Poncho cuando se deja seducir por el discurso cautivador de AMLO, simplemente no hay poder humano que lo haga entrar en razón…

“¡No y no, y no!”, suele ser su respuesta…

En circunstancias normales, Poncho es otra cosa. Es amigable, festivo, servicial, ¡qué me va a decir a mí que nos conocemos desde hace más de 40 años!...

¡Hombre, no hay que ser!...

Le voy a contar una anécdota que ya he narrado en estos Rumbos, de hecho, desde los tiempos en que yo laboraba con esta columna en La Extra de la Tarde, cuyo director era mi amigo HERIBERTO LEÓN PEÑA…

Después, cuando ya estaba yo al frente de El Observador, nuestra relación se mantenía inalterable…

Y posteriormente, durante los 33 años que llevo en TRIBUNA…

Toda una vida… ¿no lector?...

Una tarde había fiesta mexicana en la Plaza “Álvaro Obregón”, frente a Palacio Municipal…

Yo caminaba parsimoniosamente por entre el gentío, sin prisa alguna. De pronto, cuando me disponía a abandonar la banqueta y cruzar el asfalto de la calle 5 de Febrero, un Alfonso Valenzuela Segura se plantó frente a mí, con el rostro retorcido por un rictus que parecía producto de una verdadero enojo…

O algo así…

--¡Mario!, me espetó, contundente. ¡Puedes insultarme, puedes calumniarme, puede acusarme de lo que quieras y todo te lo aguanto!…

Aspiró hondo sin apartar sus ojos de mí. Y soltó: --¡Pero lo que no te voy a permitir es que me ignores!...

Nunca nos olvidamos de esta anécdota, ni él ni yo. Digo, nunca hasta que apareció AMLO…

¡Qué cosas tiene la vida, Mariana!...

Y HABLANDO DE OTRAS COSAS, muy entregada a su chamba como gobernadora, se vio CLAUDIA PAVLOVICH ARELLANO, en su gira por poblados del Río Sonora, a cuyos moradores más vulnerables les hizo entrega de despensas y otros artículos básicos que mucho le agradecieron los pobladores…

Digo que se le vio muy entregada a su trabajo porque, en realidad, ese es su encargo, hacer que las cosas se hagan, facilitar que la administración disponga de recursos para hacer llegar productos de primera necesidad a la gente más necesitada…

A la gente del sur del estado, nadie puede venir a tomarle el pelo con calumnias sobre la personalidad de Claudia. A ella se le conoce bien por acá, la saben trabajadora, solidaria, pero también saben que es un ser humano sensible que siente las ingratitudes y que, en un momento dado, responde humanamente…

Y A TODO ESTO, SEÑOR MÍO, ¿sabía usted que este humilde columnista se propone a realizar una crónica sobre aquellos personajes del Mayo que aspiren a la candidatura a un puesto de elección popular?...

Se incluye a los militantes de Morena, del PAN, del PRI y puede ser que también del PT, de MC y de Encuentro Solidario…

Por el PRI, tengo una leve información en el sentido de que un joven regidor aspiraría a ser candidato a uno de los distritos de Navojoa…

En todo caso, ya le contaré…

Es todo.

Le abrazo.

m.rivastribuna@gmail.com