OPINIÓN

Durazo le cierra el paso a la verdad y se mete a la pelea sin razón en varios frentes

Rumbos

Mario Rivas, columnista.
Escrito en OPINIÓN el

ES INDISCUTIBLE QUE en el Sur de Sonora la sociedad padece de un vacío de información real. El alcalde de Cajeme SERGIO PABLO MARISCAL ALVARADO, de quien debería de imanar la realidad en que se encuentra el municipio, es descrito por quienes le conocen de cerca, como “un hombre dotado de una admirable auto-estima”.

En esta tesitura—me dicen—que el hampa organizada asesine a tres o cuatro policías, no es algo que a él le quite el sueño.

Quién sabe, eso se dice.

En el contexto de esta situación de tierra sin ley, me comentan que el comandante FRANCISCO CANO CASTRO, hubo de abandonar Cajeme para darle protección a su familia.

Cuentan algunos colegas, que al jefe policiaco no le quedó de otra. Y lo primero es lo primero.

Lo curioso en este asunto de la violencia, las ejecuciones y la inseguridad, es que en las regiones donde se dan estas olas de homicidios, todos parecen saber lo que está sucediendo. En lo corto, y más por presumir que porque tengan información real, mencionan casos algunos nombres que no corresponden, en muchos casos, a la realidad.

Vaya usted a Guaymas y ahí se encontrará con historias fantásticas en torno y al origen de la violencia y de sus autores intelectuales.

Pero las autoridades, que deberían ser las que dan la cara y den una información real, guarden silencio.

SARA VALLE DESSENS sale por peteneras y en Cajeme Mariscal, es el colmo de la ineptitud y el desparpajo intelectual que lo ha llevado a comentar que si el próximo candidato de Morena debe ser mujer, sin duda la candidata sería doña MARGARITA VÉLEZ y si es hombre, él tendría que sacrificarse.

No cabe duda: autoestima a su máxima expresión.

¿O no?

Tengo que reconocer, caro lector, que estos dichos están basados en comentarios de colegas y amigos que se han tomado la molestia de comunicarse con el columnista para preguntar por su salud.

A lo mejor están exagerando pero en todo caso, corresponde a un perfil psicológico muy aproximado a la personalidad del señor alcalde. Ahora bien: las ejecuciones, los ajustes de cuentas y los asesinatos de elementos federales y municipales, son delitos que caen en la competencia federal.

Esto no tiene vuelta de hoja.

Y ciertamente, corresponde al ámbito de la Guardia Nacional, que hasta hace unos días estaba bajo la férula del sonorense ALFONSO DURAZO MONTAÑO, hoy, prácticamente candidato virtual al Gobierno de Sonora.

Y es precisamente en esta situación de aparen tes responsabilidades que a Durazo, cuando estaba ya con un pie en el estribo para irse a su tierra, desde la Ciudad de México lo empezaron a “golpear” durísimo desde las trincheras mediáticas más importantes del país.

Quienes conocen de estas cosas, de inmediato percibieron que todo este aparatoso ruidajo periodístico tenía que ver con el inocultable fracaso del nativo de Bavispe en su estrategia, si es que la hubo, contra la inseguridad pública.

De ahí se desprende la sonorosa “bienvenida” que diversos actores políticos y comunicadores de todos los colores, le “brindaron” sin ningún recato.

En el fragor de esta “bienvenida”, alguien dijo que se les había pasado la mano.

A lo mejor.

Pero nadie dijo que hubiesen mentido.

En esta extraña situación encontré la trinchera columnística.

Con un alcalde que se fue a participar a una conferencia de “Ciudades Seguras”, de donde se dice que regresó “triunfante”.

En este regreso de una nueva ausencia “obligada”, me topo con los primeros atisbos de una campaña política que amenazan con tornarse mucho más aciaga. Más violenta.

Leí los tuitts de ida y de venida. Los del Norte y los del Sur. Los de Durazo y los de RICARDO BOURS CASTELO.

Leyendo detenidamente unos y otros, me queda claro que Ricardo ha marcado la pauta y que Durazo quiso cobrarse lo que en México le hicieron, pegándole al cajemense. Y le fue como en feria.

Me doy cuenta que varios medios de Hermosillo y del Sur del estado, rescataron los mensajes de Ricardo. Y los publicaron tal cuales.

Como digo, RICARDO BOURS es quien marca la pauta. Tengo, para mí, que a Durazo le están haciendo falta asesores con sentido común. Si ya tenía a Ricardo como adversario sumamente peligroso, ¿Cómo se le ocurre abrir más frentes al mismo tiempo?

Hoy en el estilo de la Cuarta Transformación, advierte en sus mensajes que nadie las puede contra él.

Del Borrego ERNESTO GÁNDARA CAMOU, afirma que dejó pasar su oportunidad. De LILLY TÉLLEZ, que fue su compañera de fórmula pero que nada tiene que hacer contra él. Tampoco ANA GABRIELA GUEVARA.

Por una parte, mi cuidad hecha pedazos en todos los sentidos con un alcalde que se autoasume ERNESTO P. URUCHURTU. Por otra, un hombre que, igual que don RODOLFO FÉ- LIX VALDÉS en su tiempo, llega a su tierra como un perfecto desconocido y busca broncas cuando la violencia se enseñorea de punta a punta.

Y los alcaldes de Morena, haciendo alarde de un discurso totalmente adverso a la realidad del estado.

Exactamente en el estilo de quien usted ya sabe.

En fin, así las cosas.

DE AQUÍ, DE ALLÁ Y DE MÁS ALLÁ

DÉJEME DECIRLO: NO ME RÍO DE LA muerte. Tampoco de los muertos. Siento un profundo respeto por aquellos que han partido…

Me duele cuando no puedo despedir a mis muertos. Y decir “mis muertos” es decir mis amigos, mis familiares lejanos, mis conocidos…

En esta nueva ausencia, un día me llamó CHAYITO OROZ IBARRA, para comunicarme el deceso de FERNANDO CASTILLO FÉ- LIX, hermano de RENATO CASTILLO…

“Murió de un paro fulminante”, me comenta Chayito…

Me dolió no haber asistido a sus exequias. Me dolió no haberle dedicado unas palabras de despedida…

No estaba yo en condiciones…

A Renato, ese buen abogado y mejor amigo, mis condolencias sinceras… ¡Descanse en paz, Fernando!...

OTRA DESPEDIDA QUE ME CALA hondo, FUE LA DE ISMAEL BARRAGÁN, a quien conocí en aquellos tiempos del viejo barrio de La Ladrillera, y posteriormente, cuando ambos ya nos habíamos mudado de la colonia entrañable…

A su esposa, a sus hijas, mi más sentido pésame…

¿Gratitudes?...

Se me escaparía algún nombre y entonces saldría peor el caldo que las albóndigas…

Claro: doña CUQUITA AMADO DE ARAIZA, mi conciencia periodística…

A ARNULFO RODRÍGUEZ, siempre entrañable; a la precitada Chayito; a HELIODORO SOTO RODRÍGUEZ, allá en Huatabampo; a RODOLFO, de allá también, a CHALITO MATUZ, de ahí cerquita, en Etchojoa; a RUBÉN BOJÓRQUEZ, a ALI CAMACHO, en Navojoa; a REMEDIOS PULIDO TORRES, también de la Perla del Mayo…

En Guaymas, JOSÉ LUIS ISLAS PACHECO, Y AGUSTÍN; EN Hermosillo, JULIÁN TRELLES, en Cajeme RAÚL OLIVARES y algunos más…

Me gusta regresar pero detesto volverme a ir…

Espero que esto último ya no ocurra en los cercanos tiempos por venir…

Es todo.

Le abrazo.

m.rivastribuna@gmail.com