OPINIÓN

Dos años de AMLO en Palacio… Y todavía le aplauden

De Primera Mano

Francisco Ruiz Quirrín, columnista.
Por
Escrito en OPINIÓN el

Horas antes de cumplir sus primeros dos años de haber asumido la Presidencia de la República, la Organización Mundial de la Salud (OMS) envía a través de su principal directivo una –digamos- “reprimenda” al Gobierno de México.

Estableció este organismo que en nuestro país (donde han aumentado los contagios y las muertes) se deberá tomar con seriedad el gran problema de COVID-19 que padecemos y que los líderes, deberían de ser modelo o ejemplo para la población.

“Si en un cartel se publica la obligatoriedad en el uso del cubrebocas y los líderes aparecen sin este protector, se genera confusión entre la población”, precisó.

Habría qué esperar la respuesta del presidente López Obrador esta mañana a este “regaño” de la acreditada organización internacional.

¿Los irá a calificar de conservadores y parte de una campaña en su contra?

Si lo hizo con empresas españolas, ¿por qué no esta organización que trató de desacreditar el “gran amigo de México”, Donald Trump?

Podría ser capaz de ello. No lo dude.

En su “mañanera” del lunes, AMLO dijo que tres obstáculos serían los más importantes en lo que va de su Gobierno: La pandemia, la crisis económica y la crítica en los medios.

Añadió con respecto a la pandemia que “ha sido muy dolorosa”. Pero sería irrisorio creer que ya olvidó frases que lo marcaron para siempre, como la que expresó hace meses: “Esta pandemia nos cayó como anillo al dedo para avanzar en nuestro proyecto de la cuarta transformación”.

Y el presidente, en realidad, ha sido un mal ejemplo al negarse a usar el cubrebocas de manera permanente, hablar reiteradamente en el sentido de que esta pandemia “ya ha sido controlada” y tal y como lo señaló, las iniciativas empujadas por su gente en el Congreso de la Unión han seguido avanzando en los afanes centralistas del ejercicio del poder y en la concentración de los recursos públicos, en sus manos.

En cuanto a la crisis económica, ayer también indicó que para fines del primer trimestre del venidero 2021, regresaremos al escenario económico que mantuvimos hasta antes de la pandemia. Si esto último se cumple, la economía seguirá colapsando, porque eso exactamente estaba sucediendo antes de que llegara la enfermedad a nuestro país.

Finalmente, habrá qué aplaudir la labor periodística y el ejercicio de la crítica por parte de los medios de comunicación, que han seguido cumpliendo con su misión histórica de ser un contrapeso a los excesos y la incapacidad mostrada por López Obrador.

El hecho de que él considere como obstáculo la libertad de expresarse, de opinar, de informar, marca un antes y un después en este momento mexicano, cuando la patria enfrenta a un propósito malsano y ultraconservador, como es el establecer un sistema totalitario, socialistoide y comunista “de huarache”, en el que inclusive, ya existen iniciativas para desaparecer la propiedad privada.

A dos años de la llegada de AMLO a Palacio Nacional, es más que evidente el fracaso monumental de su Gobierno en Salud, en Economía, en Seguridad, en el ejercicio de la Política, en el aliento constante de la polarización y división entre los mexicanos.

No es un invento. Ahí están los números. Ahí están las marchas a lo largo y ancho del país de parte de gente humilde que no tiene medicinas para curar a sus enfermos. Ahí están los gobiernos estatales y municipales, abandonados a su suerte en lo que a recursos se refiere.

Ahí está el pobre, que cuando menos hace tres años y más, tenía un seguro popular para garantizar su atención médica. Hoy es mucho más vulnerable.

No hay nada qué festejar y sí mucho qué reclamar.

“Para el 1 de diciembre de 2020, el Sistema de Salud en México será igual al de países como Dinamarca y Canadá”, aseguraba hace un año el presidente.

Pero Gloria Álvarez, la activista antipopulista guatemalteca, tiene razón al decir que en todo el mundo hay neomesías y hasta payasos que pueden decir lo que quieran y acumular mentira tras mentira.

Y que el gran problema de México, es que los mexicanos le siguen aplaudiendo a AMLO, “como focas”.