OPINIÓN

Los que tuvieron el privilegio de conocerla, la amaron, de veras: ¡Descanse en paz!, doña Carmelita Calles

Rumbos

Mario Rivas, columnista.
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Escrito en OPINIÓN el

FUE UNA MALA NOCHE PARA MÍ y el sueño terminó por irse. A la media hora buscaba como encontrar la manera de encontrar el descanso. Para acá, para allá, pero el sueño me evadía. A las tres y media de la madrugada RICARDO ROCHA me alegró con su característico promocional que anuncia el inicio de su noticiario.

Un programa que dejé de sintonizar tiempo ha, pues se volvió repetitivo de las noticias que ya escuché por la noche. Siento que el tiempo acabó con él.

Como sea, preferí quedarme en Telefórmula que pasarme a los “refritos” de Milenio Televisión o a la enfadosa programación nocturna de CNN.

Hora y media después, Rocha se despedía y continuaría el noticiario de OSCAR MARIO BETETA. “¡Ah, esto sí que no! A este no lo aguanto”, pensé. Con los ojos cerrados maniobré el control de la tele y fui a caer… ¡A Milenio!

“¡Al diablo!” me dije. “Aquí me quedo”.

Y entonces volví a contemporizar con la “mañanera. Ya lo dice el viejo y conocido refrán: “Cae más rápido un hablador que un cojo”. Verdad.

El Presidente AMLO ya estaba en el púlpito nacional. Ya no me podría volver a dormir pero al menos escucharía una noticia nueva dicha por el hombre “mejor informado de México”.

Él lo ha dicho, no yo.

Le oí decir que en abril se perdieron más de 500 mil empleos. Pero la tendencia no aumento. Al contrario: fue a la baja poco a poco. En mayo bajó a 350 mil empleos perdidos. Y en lo que va de junio, apenas menos de cien mil se han perdido.

¡Eureka! Me oí exclamar.

Con suerte, calculé, para octubre andaremos en un millón de empleos perdidos de que registra el IMSS.

No dijo nada de los desempleados de la economía informal. Tampoco, de los micro—o comerciantes—que lo perdieron todo con la cuarentena por el Covid-19. No se meterá en honduras de aritmética porque, afirmó, él es un hombre optimista. Siempre lo ha sido. No es como los del Fondo Monetario Internacional que cuando no están en el negocio se vuelve pesimista y solo cuando son ellos los que operan la economía de un país, se vuelven optimistas.

Vamos bien, dijo.

Ya para entonces, me había despabilado totalmente. El sueño, definitivamente, no volvería a mí hasta muy entrada la mañana.

Y así fue.

Escuchando a AMLO, después de no hacerlo en vivo en varias semanas, recordé a la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, CLAUDIA SHEINBAUM.

La imaginé como un clon en versión femenina de AMLO. La había escuchado decir, con voz triunfante, que el atentado al Jefe de la Policía de la Ciudad de México, había sido una operación fallida. El blindaje nivel 7 resistió el embate de las poderosas armas de los criminales y el comandante no murió en el ataque.

Se habían prevenido y esto dio sus frutos.

Ahora, en esa madrugada de ayer, AMLO en la “mañanera” volvía a caer en una imprecisión al afirmar que el Gobierno de la Ciudad se había enterado que había una amenaza de muerte contra el Jefe policiaco y por ende, se contrataron los servicios de una empresa especializada en blindaje de vehículos y que esto le salvó la vida al funcionario.

Ayer mismo, en el programa de noticias de CIRO GÓMEZ LEYVA, esta versión cayó por tierra.

HUMBERTO PAGET, el más brillante periodista investigador en el equipo de Ciro, reveló que el contrato de blindaje de cuatro camionetas Suburban se había realizado varios meses antes, cuando no se sabía nada de amenazas ni nada por el estilo.

Cada camioneta fue blindada con nivel 7 y el Gobierno capitalino pagó millones de pesos por cada una.

Varias horas después de esta madrugada de pesadilla, me pregunto, y pregunto: ¿Por qué se enoja el Presidente cuando algún periodista denuncia que en esa conferencia de prensa, que en esencia no lo es, se dicen imprecisiones, o sea, mentiras?

El blindaje no es una acción oficial en plena estrategia para un ataque armado. Se mandó blindar las camionetas mucho antes de las amenazas.

Fue una idea afortunada y bien por ello.

Pero molesta a la opinión pública que una medida llevada a cabo como algo programado como medida preventiva, se quiera presentarle como un acto de brillante ingeniería de guerra contra cualquier grupo armado que intente tomar por asalto la ciudad capital.

Creo que esto, la mentira, es lo que más enoja a los mexicanos. Se pierde la confianza, se pierde la esperanza, lo único que no se pierde, es la fe.

Hay millones de mexicanos que viven solamente por su fe. Subsisten en pobreza extrema. Los sostiene la fe y los puños de billetes que cada dos meses les entregan en propia mano los personeros de la Cuarta Transformación. El Presidente dice que, habiendo circulante “abajo”, se mueve la economía y se incrementa el desarrollo.

Pero los expertos sostienen que así no son las cosas. Que hay que generar oportunidades de trabajo porque esa es la auténtica base del desarrollo económico de una sociedad, de un país.

En fin.

Así las cosas.

DE AQUÍ, DE ALLÁ Y MÁS ALLÁ

OIGA, LECTOR: ¿ME CREERÍA SI LE DIGO que ayer, a media mañana alguien de mi familia me compartió la que considero la mejor noticia—después de saberme vivo, claro—en varias semanas?...

Me mostró en su celular la imagen de un ciudadano estadounidense al volante de un automóvil en lo que parece una caseta de cobro…

La nota en Facebook, detalla que el anciano de 87 años, padece de Alzheimer y sus familiares lo reportaron desaparecido ante las autoridades norteamericanas y después de varios días, a través de cámaras de videovigilancia que el C-5 tiene instaladas en cada caseta de cobro, fue localizado a la altura de Empalme…

Me llamó la atención que la Policía Estatal se hizo cargo de este señor a quién solo identifican como JOHN “N”, y fue llevado primero a Hermosillo y de ahí a Nogales, donde fue entregado a las autoridades que, a su vez, se lo entregaron a su familia…

¿No le parece a usted una bella noticia en medio de tanta tragedia, de tantas pérdidas humanas?...

Esta noticia, caro lector, de verdad que me alegró el día… Me cae que sí…

DÉJEME DECIRLO: YA CASI al cierre de estos Rumbos, me entero a través del Lic. RAÚL ACOSTA TAPIA, del deceso de doña MARÍA DEL CARMEN CALLES BUSTAMANTE, conocida popularmente como “Carmelita Calles”….

Durante varias décadas, supe de ella mediante pláticas entre políticos, siempre, con cariño y respeto… Sabía de ella pero nunca, ¡nunca, caray! Coincidimos en algún lugar…

Fue priista de pura cepa. Fue Coordinadora del Instituto de Sonorenses de las Mujeres pero sobre todo, amó a su partido como muy pocos lo han amado, y así, con ese señoría, partió de este mundo…

Seguramente mis amigos BULMARO PACHECO, DANIEL TRELLES IRURETAGOYENA y JULIÁN LUZANILLA CONTRERAS, me platicarán de doña CARMELITA CALLES, todo aquello que en vida de ella no me contaron…

Sin duda nuestras circunstancias, esta pandemia que nos ha cambiado a todos, nos ha hecho más sensibles y esto nos hace más receptivos a la muerte…

Sí, eso debe ser…

Es todo.

Le abrazo.

m.rivastribuna@gmail.com