OPINIÓN

El problema de los yaquis no lo puede resolver un discurso de AMLO: le faltó información cierta

Rumbos

Mario Rivas, columnista.
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ME SORPRENDIÓ SOBREMANERA, LO CONFIESO. A través de su cuenta de twitter, el licenciado BULMARO PACHECO emite su punto de vista sobre la visita que el presidente AMLO le hizo a los yaquis.

Textual: “Eso de decir que en el problema yaqui hay manipulación de políticos corruptos, es patear el bote, no conocer de fondo el problema o de plano no querer resolverlo. El Gobierno Federal ha actuado descoordinado, con ligereza e impaciencia. Así no”.

Pues sí, verdad de verdades.

Mire usted: uno puede tener muchos motivos para sentirse molesto por los actos que la Tribu Yaqui realiza como forma de protesta por lo que ellos consideran es una injusticia histórica en su contra.

Pero en este caso, al que se refiere Pacheco Moreno, no hay más que reconocer que tiene razón. ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR llegó a territorio yaqui sintiéndose un moderno LÁZARO CÁRDENAS ante el que los indígenas se arrodillarían, y lo colmarían de flores amén de practicarle una “limpia” al estilo MARÍA MATUZ.

Hasta se trajo a LAZARITO CÁRDENAS, el nieto del general, para crear una atmósfera más cardenista.

Pero no venía preparado.

No traía un plan, no traía ninguna solución específica. Lo que traía era una tarjeta con apuntes. Pensó que bastaría con un discurso cargado de pasajes históricos de los yaquis, que a lo mejor le escribió IGNACIO TAIBO II, quien publicó un libro sobre la tribu fusilándose a autores que realmente si han hecho su chamba.

Pero los yaquis no se parecen a sus hermanos de Chiapas o de Oaxaca. Conocen y detectan la demagogia en el discurso de los políticos. Por eso no hubo una gran fiesta en su honor. Por eso no hubo collares floridos ni amuletos para espantar el COVID ni nada. No se fueron con la finta. Vino, dijo su discurso sin sustancia, no aportó nada práctico, solo dejó promesas, algún intento de regañada que no intimidó a la tribu, sobre todo porque ya le tomaron la palabra que no habrá represión, que no se procederá con la fuerza pública y en cuanto AMLO dejó el territorio endureció los bloqueos.

Ante el fracaso de su reunión con los yaquis, fiel a su formato psicológico AMLO buscó a quien echarle la culpa: a los políticos corruptos.

Los yaquis están que no creen en nada ni en nadie.

Dijo AMLO en su mañanera que vendría de nuevo a reunirse con los yaquis. Y mucho me temo que su visita va a dejar un ambiente de confrontación innecesaria y cruel, políticamente hablando.

Déjeme decirlo, lector: si usted observó la reunión de AMLO con los yaquis, se habrá dado cuenta que fue improvisado. Que no traía información real, cotejada con distintas fuentes. Si le mandaron información sus representantes de aquí, es evidente que lo engañaron.

Ahora bien: ¿qué fue realmente lo que esperaba de los yaquis? ¿Qué lo trataran como a “Tata Lázaro”? ¿Y por eso se trajo a Lazarito? Si así fue, no le sirvió de nada y solo contribuyó a que el conflicto se recrudeciera y los dos grupos indígenas confrontados, se montaran en su mula.

O sea, que el remedio fue peor que la enfermedad.

Como quien dice, miles de sonorenses y de otros estados, están pagando las consecuencias. Ahora quieren que venga la gobernadora cuando antes AMLO creyó que no necesitaba de ella porque solito y su alma podría arreglar el problema en un santiamén.

¡Puras habas!, señor mío. ¡Puras habas!

La verdad sea dicha, los yaquis no quieren el dinero de la Cuchilla. Lo que quieren son las dos mil 800 hectáreas que dicen les corresponden. Históricamente, claro.

Un historiador sonorense me comentaba que la tribu no tiene razón en lo del tren porque es una obra de 1907 y no de 1937, que fue el año del decreto cardenista.

En mi opinión, tampoco tiene razón en lo de la caseta de cobro. Ya vio usted: quieren un porcentaje de una caseta, ya sea la de Guaymas o Empalme o de la de Esperanza.

¡Y échese este trompo a la uña, caro lector!: quieren cambiar la ruta del gasoducto. Imagínese: cuesta un millón de dólares por kilómetro.

¿Sabrá esto el presidente AMLO?

Otro dato que me aporta el precitado historiador: es una mentira lo de los “duales”. Me dice que solo hubo dos en 1997, al final del Gobierno de MANLIO FABIO BELTRONES y principio del de ARMANDO LÓPEZ NOGALES.

Y fue en Vícam y Pótam.

Este problema lo conocí muy bien. De hecho, estuve en el acto que encabezó el presidente ERNESTO ZEDILLO en una de las comunidades yaquis. Si no recuerdo fue en Loma de Bácum.

El organizador fue ROBERTO SÁNCHEZ CEREZO.

En esos días se comentaba vox populi, que todo esto tenía como propósito combatir a los opositores al Decreto de Zedillo.

Y desde entonces, hay problemas recurrentes. En 1997, eran 40.4 millones de pesos. Hoy, son 250 millones. En esto, dilecto amigo, radica todo. Es la condición humana. Es la codicia y es el conflicto.

Y esto, al parecer, no lo puede entender el Gobierno de AMLO, porque para él el problema es uno solo: los corruptos.

Y luego, viene aquí como El Hombre Araña y fue notorio que evita al Gobierno del Estado. Y solamente él, tenía que arreglar el problema con los yaquis porque se siente heredero de Lázaro Cárdenas.

Fracasó y esto debe haberle dolido en su ego.

En fin, así las cosas.

DE AQUÍ, DE ALLÁ Y DE MÁS ALLÁ

OIGA, LECTOR, AYER RECIBÍ la agradecible llamada de uno mis más fieles lectores: LEOBARDO MADRID CALLES…

Me comentó que conoce a la familia de ALFREDO CARRASCO y que le extrañó que en mi comentario sobre la terrible tragedia en el hogar de Fredy, solo lo mencioné a él pero no a su esposa, a quien todos llaman Eva, observación que mucho le agradezco a Leobardo…

Suelen suceder omisiones así cuando la relación del periodista con tal o cual personaje, es política, no familiar…

Mea culpa…

MIENTRAS TANTO, ME CUENTAN que el licenciado ANDRÉS SALAS SÁNCHEZ, se descolgó al terruño para atender asuntos familiares y de paso reunirse con algunos amigos de toda la vida…

Por cierto, ayer el director de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, se fue a comer a un restaurante obregonense y por ahí me reportaron a TOMÁS LEÓN, DORITA RUIZ, JESÚS URQUIETA, ARMANDO SOTO, PEDRO ZIORA, JESÚS PAREDES, JOSÉ LUIS VILLANUEVA, ALFREDO GLIRES, CARLOS CERVANTES y desde luego, ANDRÉS SALAS SÁNCHEZ…

Me comentan que la mayoría de quienes acompañaron Andrés son sólidos liderazgos de Cajeme, cada quien en su ámbito laboral...

Ayer mismo, me contaba mi amigo Andrés que este miércoles retornaría a la Ciudad de México y, bueno, habría que recordar que Salas Sánchez es una carta fuerte de Morena para la municipal en el 2021...

Usted me entiende...

Y A TODO ESTO, ¿VIO USTED AYER el noticiario matutino de CIRO GÓMEZ LEYVA?...

Si lo vio, entonces está enterado que el equipo de reporteros de investigación de Ciro, se hizo merecedor a un premio de un acreditado medio digital por su enorme cobertura a los problemas que ha enfrentado el Sistema de Salud del Gobierno Mexicano, en su manejo del problema de la pandemia por el COVID- 19…

De entre los cuatro elementos, destaca HUMBERTO MADJET, quizá el más notable reportero de investigación en los últimos 60 años…

Un día de estos, voy a platicar con usted sobre este extraordinario periodista que en su titánica tarea de investigación se ha tenido que disfrazar para ingresar a un hospital donde se carecía de todo y aún así el personal médico se arriesgaba para salvar vidas, aquellas que podían salvar…

JULIO SCHERER GARCÍA, antes de morir que el reportero es lo más acabado que pueda haber en el periodismo…

Naturalmente, él se refería al reportero de investigación…

Es todo.

Le abrazo.

m.rivastribuna@gmail.com