OPINIÓN

Morena y el desfasamiento de partido sin identidad ni convicción social y política

Rumbos

Mario Rivas, columnista.Mario Rivas, columnistaCréditos: Tribuna
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DE ENTRADA, UNA SUGERENCIA PARA mis dos que tres lectores: lean el análisis del reportero OMAR QUINTANA, del semanario VALOR titulado “Indecisos podrían marcar la diferencia”.

Pues sí: esta conclusión es compartida por los estudiosos del fenómeno electoral que suele darse con frecuencia cuando hay abstencionismo, y por contrario, cuando a la hora de votar los indecisos “tumban” cualquier pronóstico.

De veras, vale la pena.

Y A OTRA COSA: MURIÓ EN MÉXICO MANUEL JIMÉNEZ GUZMÁN, un político cuyo padre fue oficial mayor con el regente del entonces Departamento del Distrito Federal, OCTAVIO SENTIES.

Fue un hombre liberal que encajaba bien en el ala progresista del PRI, y lo fue tanto —priísta— que ocupó un sinfín de responsabilidades en el PRI, en tiempos de la campaña presidencial de LUIS DONALDO COLOSIO, quien lo nombró presidente del partido en el DF.

Fue diputado federal en la LIII Legislatura, y fue donde cultivó una cálida amistad con el sonorense BULMARO PACHECO y GILBERTO NIEVES.

Manuel Jiménez Guzmán ocupó distintos cargos en la estructura del PRI. Se diría que fue un hombre de carrera eminentemente partidista. Con todo, tras de su muerte en un hospital público, tras luchar contra el contagio de COVID-19, muchos de quienes le habían conocido en sus tiempos de mayor esplendor, se sorprendieron cuando se enteraron que murió pobre.

¡Las vueltas que da la vida!

Precisamente fue Gilberto Nieves, su amigo y alumno político, quien le dedicó una muy sentida semblanza, lo que ciertamente habla muy bien de su gran calidad humana y capacidad de gratitud.

DUELE DECIRLO, CARO LECTOR, pero mientras en Sonora todo son preparativos y optimismo en cada uno de los tres grupos que trabajan para que su candidato llegue a la gubernatura, en la Ciudad de México, una trayectoria política priísta —el partido hegemónico que Manuel Jiménez conoció y al que sirvió— se apagó sin muchos chispazos en la despedida que tuvo que ser silenciosa y solitaria por una necesidad sanitaria y protocolaria.

Hubo pocas voces que se dejaron escuchar en torno a su muerte.

¡A PROPÓSITO DE PREPARATIVOS! Y DE optimismo político, ayer se reunieron a comer en la residencia de BULMARO PACHECO en Hermosillo, el precandidato de la alianza PRI, PAN y PRD, ERNESTO GÁNDARA CAMOU, VÍCTOR MENDOZA, JULIÁN LUZANILLA CONTRERAS, el dirigente del PRI estatal, ERNESTO DE LUCAS HOPKINS, naturalmente el anfitrión, Bulmaro, quienes disfrutaron del legendario cocido sonorense que prepara la esposa de BPM.

Lo que por cierto, me consta —lo sabroso del cocido— porque ya en alguna ocasión tuve la oportunidad de saborearlo.

Pues sí, como bien lo señala el reportero OMAR QUINTANA, la política ya está aquí. En el semanario VALOR, Omar hace un intere sante análisis sobre los tres precandidatos que ya están abiertamente trabajando por sus respectivas causas: RICARDO BOURS, ERNESTO GÁNDARA y ALFONSO DURAZO.

De este último, es muy escasa la información. No llega hasta mí. No me llega por algunas de mis fuentes ni por amigos.

De Ricardo, en cambio, me llegan reportes no solo vía redes sociales que el cajemense maneja con gran habilidad, sino que hasta circunstancialmente, me lo reportó el padre RENÉ ESQUER VERDUGO, un representante de Dios que lleva la palabra sagrada a muchos pueblos de la sierra alta de Sonora.

René tiene su base espiritual en la capilla de San Isidro Labrador en Granados, hasta donde llegó el run run de la caravana de Ricardo. “Con decirte que en Villa Hidalgo por poco y coincido con el precandidato Bours” me dijo, con voz festiva, el sacerdote oriundo del viejo sector de Plano Oriente, en Ciudad Obregón.

Decía yo del reportaje en Valor, que publicó Omar Quintana.

Magnífico trabajo, muy pulcra la objetividad. Las cosas como son.

Por lo demás, no toda la información que fluye es política. El COVID se lleva la mayor parte. Está en el aire, en lo que todos piensan cada día, cada instante.

Y así es como, con cierto sigilo, me enteré que el exgobernador CARLOS ARMANDO BIÉ- BRICH TORRES, se encuentra luchando contra el coronavirus.

Biébrich fue gobernador de Sonora de 1973 a 1975, en medio de una protesta campesina, organizada por los líderes del Pacto de Ocampo, uno de los frentes agraristas que LUIS ECHEVERRÍA utilizaba para golpear al sector productivo del campo, y cuyo operador visible era CELESTINO SALCEDO MONTEÓN, aunque siempre se dijo que el jefe de ese grupo era AUGUSTO GÓMEZ VILLANUEVA.

Yo he tenido la oportunidad de platicar algunas veces con Biébrich. De hecho, en su libro autobiográfico, cita a este columnista en dos ocasiones, y resalta mis textos relacionados con el asesinato de campesinos en San Ignacio Río Muerto, que injustamente se le atribuyó al entonces gobernador Biébrich.

En una de mis charlas telefónicas con él, agradeció mis comentarios y le dije que su amigo entrañable, MAYO C. MURRIETA, ya me había transmitido sus palabras de gratitud.

Hombre de claroscuros, Biébrich no deja de ser una figura interesante para el análisis político, especialmente porque fue uno de los jóvenes que el presidente LUIS ECHEVERRÍA ÁLVAREZ, impulsó desde el poder presidencial.

Era un secreto a voces que al menos en los primeros 18 meses del Gobierno de CAB, era su favorito para sucederlo en el poder.

Algo pasó entre ellos que nadie, hasta ahora, ha podido desentrañar. Un día la intriga de Gómez Villanueva y de los líderes de la izquierda, lograron debilitar la resistencia del presidente Echeverría a las intrigas.

Biébrich cayó de la gracia de LEA con una trampa sangrienta en la que varios funcionarios y policías participaron.

Luego de la masacre de SIRM, Celestino Salcedo Monteón y demás líderes agrarios, convocaron a un mitin de campesinos en la confluencia de las calles Hidalgo y 5 de Febrero. Desde ahí, le pusieron un ultimátum al gobernador para que renunciara.

El 25 de octubre de 1975, Carlos Armando Biébrich Torres, el que había sido orgullo de Echeverría y de muchos sonorenses, presentó su renuncia ante el Congreso del Estado.

Tiene 81 años. Y la última vez que platiqué con él por teléfono, me habló de los dos presidentes con los que se ha peleado. De los detalles. De cómo nunca se dejó derrotar por la fuerza del poder presidencial.

Ayer mismo, un amigo mío que ha conocido muy bien al exgobernador, me comentó que ya no fue el mismo desde la trágica muerte de uno de sus hijos.

--Esa pérdida lo derrumbó— me dijo.

En fin, así las cosas.

DE AQUÍ, DE ALLÁ Y DE MÁS ALLÁ

¡RECÓRCHOLIS! DE VERAS QUE ALGUNOS PERSONAJES de la farándula, no se miden. Se pasan de tueste…

Ahí está ese caso grotesco —por tratarse de algo que debería de ser serio— el de CARLOS VILLAGRÁN, mejor conocido como ‘Quico’, el personaje más querido del programa de Chespirito, después de El Chavo del 8…

Pues resulta que Villagrán, o sea, ‘Quico’, se registró como candidato al Gobierno de Querétaro, pero no solo eso, sino que también se registró como candidato a presidente municipal del municipio queretano… ¡Gulp!...

Si usted hace un recuento de todas las barrabasadas que en este proceso político se han dado, especialmente en Morena, se dará cuenta que la política electoral se ha vuelto una soberana pachanga, con la complacencia de sus dirigentes y la paternal condescendencia de López Obrador…

Así, al desgaire, ahí está FÉLIX SALGADO MACEDONIO, en Guerrero; GERARDO FERNÁNDEZ NOROÑA listo para la reelección, y eche usted un vistazo a los estados y sabrá cómo andan las cosas, casos tan patéticos como el de Cajeme, con un alcalde que quiere reelegirse y la primera dama quiere ser candidata a lo mismo que su marido…

Entonces, dilecto lector, ¿por qué asombrarnos por lo de ‘Quico’?...

Cuando menos este puede hacer reír y alegrarle la vida a una muchedumbre en un mitin… TOTAL, SE AGOTA EL ESPACIO y se quedan en el tintero —que decía el ancestro colega— algunos temas. De hecho, no alcancé a procesar el tema que quedó pendiente ayer…

A ver cómo nos va mañana…

Es todo.

Le abrazo.

m.rivastribuna@gmail.com