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Inquietantes resultados en encuestas con jóvenes a la pregunta qué tipo de Gobierno les gustaría

Rumbos

Mario Rivas, columnistaCréditos: Tribuna
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UN AMIGO MÍO, MUY ASIDUO LECTOR DE periódicos y de textos de análisis políticos y económicos, me envió ayer tres joyas en la materia. “Te comparto estos artículos por su espléndida calidad analítica y porque al menos, es para causar preocupación”, me dice en un anexo.

El artículo en cuestión, es de CATALINA PÉREZ CORREA, y tiene como título “Algunos aceptarían un Gobierno militar, pero no son mayoría”. Pues sí: el hartazgo de la sociedad ya involucró al sector castrense.

A mi juicio, lo más inquietante es que, según la autora del artículo, un 40 por ciento de jóvenes entre 18 y 19 años, se pronuncia por un Gobierno encabezado por militares.

No así los de treinta años y más, que se mantienen renuentes a que las Fuerzas Armadas se apoderen completamente de los controles de la administración pública.

Catalina Pérez Correa, hace un recuento de los activos del Gobierno que el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, le ha entregado a los militares.

Resalta que, aunque esto no es nuevo en México, jamás había avanzado tanto como ahora.

Este texto, para quienes se interesen en leerlo, lo encontrarán en el periódico El Universal y ciertamente vale la pena leerlo detenidamente, reflexionarlo, analizarlo para entender porque los jóvenes no sienten interés por la forma de Gobierno prevaleciente, o de plano, apoyan la opción del militarismo.

Pero también es importante darle una repasada cada vez que se tengan dudas para entender el colapso de los partidos políticos.

Tengo, para mí, que el hartazgo de los ciudadanos por el pillaje de los gobernantes y de los políticos, acabó con la poca confianza que aún existía en los partidos.

Más de 30 millones votaron por AMLO, más allá de la poca y nula confianza que tuvieran en su capacidad para administrar un país.

Ya no querían más de lo mismo.

AMLO enseñó desde el principio su mitomanía y su proclividad a la mentira. Otro connotado analista, JOSÉ ANTONIO CRESPO, advierte que los que se están beneficiando con los programas sociales de AMLO, creen todo lo que dice aunque no entiendan de que se trata.

Confían a ciegas en él.

En cambio, afirma Crespo, la población de clase media para arriba, la gente que analiza y piensa con razonamiento, ya no votará por Morena en próximas elecciones.

Pero con todo, estos “decepcionados” no hacen mayoría, hay otros indecisos que están dispuestos a darle otros tres años de gracia.

De hecho, las encuestas avalan esta percepción. La más reciente da 9 gubernaturas a Morena en las venideras elecciones, 5 a la oposición y Nuevo León está en chino, pues hay un empate técnico entre tres contendientes. Reconoce Crespo que Morena podría perder más gubernaturas y que su desprestigio se ha elevado tanto, que sería complicado hacer pronósticos.

Incluso, en las Diputaciones Federales, sector que representa el principal foco de preocupación para AMLO.

Como verá usted, la situación no está como para decir enchílame otra gorda ni mucho menos.

Según veo yo las cosas, caro amigo, la vida útil de los partidos tradicionales está por extinguirse. Se perfila el fin de un ciclo pero no hay definición de una organización que venga a sustituir lo que está por desaparecer.

Yo vengo de la generación del PRI y del PAN. A ambos partidos los conocí en sus mejores tiempos. Conocí a muchos importantes miembros de estos dos partidos. Por momentos y ante los bárbaros atropellos de poder por parte de gobiernos emanados del PRI, me convertí en el peor crítico de quienes, en ese momento, encarnaban la figura institucional del partido en el poder.

 ¿1982?

Por ahí andaríamos.

Siempre tuve muy claro que el PRI no había nacido para crear una sociedad democrática. En realidad, no nació para eso, sino para aglutinar a todos los caudillos de la Revolución Mexicana, que cada seis años se enfrascaban en guerras sangrientas luchando por el poder, cada uno de estos caciques pretendiendo la Presidencia.

A Madero lo mataron por ser demasiado demócrata en un México que no sabía con qué se comía eso.

A Carranza lo asesinaron siendo presidente tras de que se opuso a la candidatura de Obregón.

Luego vendrían asesinatos imborrables: el de ARNULFO GÓMEZ, El de Serrano.

La emboscada a PANCHO VILLA, en Parral. Y tantos otros.

PLUTARCO ELÍAS CALLES tuvo la idea: fundaría un partido nacional donde cabrían todos los partiditos regionales, propiedad de los caciques, y el candidato a la Presidencia, surgiría del consenso de todos en reuniones dentro del partido.

En realidad, lo del consenso es un decir. El PRI fue un órgano totalmente antidemocrático desde su nacimiento. El candidato era, desde su postulación, el sucesor del presidente en turno.

No fue una mala idea la de Calles. De hecho, gracias a esa magistral configuración de intereses que se amalgamaron en este proyecto, fue que la transferencia del poder presidencial pudo hacerse sin derramamiento de sangres cada 6 años.

Esto no tiene vuelta de hoja.

¿Qué es lo que tenemos ahora, en estos momentos?

Tenemos a varios partiditos creados por oportunistas sin ideologías y sin un plan esencial que provoque simpatía, y los tradicionales desdibujados y empequeñecidos a tal punto que en algunas regiones del país, el logotipo de los partidos aliancistas apenas se alcanza a ver.

Es como si los candidatos no quisieran que los asociaran con el PAN, con el PRD y con el PRI. ¡Cómo duele llegar a esta conclusión! Pero es la realidad que veo, que vemos todos.

¿Morena?

Este es el punto. El quid de todo.

En Morena está una enorme mayoría de expriístas. También hay perredistas. Pero la verdad es que Morena es el PRI reencarnado. No representa nada nuevo como partido y la Cuarta Transformación no es más que una ilusión vieja que AMLO mantuvo viva durante décadas y ahora, con todo el control del poder, quiera convertir en realidad ese sueño. Lamentablemente para todos, este proyecto no representa nada. Ni siquiera una esperanza aunque sus becarios acepten sin chistar todos lo que les digan desde Palacio.

La cuatroté es un cascajo viejo que no va a ningún lado. Y apuesto tronchando a que el rumbo al que nos lleva AMLO, es exactamente igual que aquel que a principios de los setentas, enarboló LUIS ECHEVERRÍA con la frase “arriba y adelante”, que por cierto nunca fuimos para arriba y sí para adelante pero en picada.

Hacia allá nos lleva AMLO. O peor tantito.

En fin, el tiempo lo dirá.

DE AQUÍ, DE ALLÁ Y DE MÁS ALLÁ

¡Y AGÁRRATE, GENOVEVA, QUÉ VAMOS A GALOPAR! Resulta que nueve aspirantes a la Presidencia Municipal de Rosario Tesopaco, se registraron por Morena…

Y no me lo va a creer usted, ¿Quién cree que es uno de ellos?....

Exacto: GUADALUPE BUJANDA FRAIJO, que de resultar candidato sería la sexta vez en hacerlo y de ganar la elección, sería la quinta Presidencia Municipal de Rosario en toda su vida política…

Bujanda ha perdido una elección para alcalde y ganado en cuatro ocasiones…

Por otra parte, me comentan que la base de Morena no ve a Lupe con buenos ojos…

A ver cómo le va…

Y A TODO ESTO, ¿LEYÓ USTED las más recientes declaraciones de PORFIRIO MUÑOZ LEDO?...

Bueno, nada nuevo, nada que no haya dicho antes…

Y lo que dijo tampoco es una primicia: que la selección de candidatos en Morena “es injusta y dedocrática”…

Raro que Porfirio haya dicho esto, si él fue campeón de la DEDOCRACIA” cuando fue presidente del PRI en el Gobierno de LUIS ECHEVERRÍA...

Es todo.

Le abrazo.

m.rivastribuna@gmail.com    

Fuente: Mario Rivas

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