OPINION

Durazo, obligado a cuidar sus palabras

De Primera Mano

Francisco Ruiz Quirrín, columnistaCréditos: TRIBUNA
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AYER FUE UNO de esos días en que el ejército de “trolles” de MORENA se me vino encima en la red social “Twitter”, luego de haber retomado del sitio del periodista Armando Vázquez Alegría, (ArchivoConfidencial) un video editado sobre un mensaje del candidato Alfonso Durazo, en que hizo referencia a su disposición a crear un sistema de transporte en Sonora, “tan bueno como el de la Ciudad de México”.

El editor de dicho video incluyó las imágenes del momento en que sucedió la tragedia del Metro en la capital de la República, hace nueve días.

Y yo escribí: “El enviado de López Obrador para buscar la gubernatura de Sonora, tan atinado como siempre”.

Varios participantes en “Twitter” establecieron que yo estaba lucrando con la tragedia. Desde luego, al modo, no había rostros. Solo el anonimato. Lo clásico, en la oscuridad, muy “valientes y arrojados”.

Dos de esos mensajeros dieron la cara: Edgar Sallard y Erich Moncada. Ambos, del equipo de comunicación social de Alfonso Durazo.

El segundo de ellos me equiparó con un zopilote. Como que siempre espero que alguien muera para ir sobre él. Desde luego, el propósito era insultarme.

El primero, Edgar, responsable de las relaciones públicas del candidato Durazo con los medios de comunicación y los periodistas, escribió lo siguiente:

“Cuando la vileza resalta en un comunicador que demuestra su baja calidad moral, al lucrar con la tragedia de la pérdida de vidas humanas, este tipo de propaganda medieval, proyecta el nivel del miedo que tienen los amos a quien sirve, lo bueno es que #Ya se les acabó”.

Y en un segundo “Twitt”, el vocero de Alfonso Durazo dice:

“Editar videos no es periodismo, es armar un trabajo sucio por encargo, lo sabes bien, lo has hecho toda la vida, bienvenida la crítica, no la denostación calumniosa y sin ética y rigor periodístico, te mostraste cual eres, servil y ruin Quirrín, pero #Ya se les acabó”.

El señor Durazo, en una intervención ante un grupo de vecinos, dijo que estaba dispuesto a construir “dos ejes de transporte de alta eficiencia; entrada norte-sur-esteoeste. Un transporte, lo estamos pensando, en un nivel de calidad similar al que circula por la Ciudad de México”.

A ver. Si el candidato de MORENA a la gubernatura asegura que impondrá la “cuarta transformación” en Sonora y como esta, entre otras cosas, ha sido un verdadero fracaso por la inocultable corrupción en la construcción de la Línea 12 del Metro, abandonado en su mantenimiento por funcionarios muy ligados al presidente López Obrador, resulta obvio señalar, como periodista, que no se desea una situación siquiera parecida para los sonorenses.

¿Cómo no advertir que esa incapacidad podría repetir una tragedia en nuestra tierra? ¿Cómo no señalar que tan lamentable tragedia en el Metro fue consecuencia de la incapacidad, insensibilidad y deshonestidad de quienes siguen al presidente, desde el Gobierno de la ciudad, empezando por Marcelo Ebrard y terminando con Claudia Sheinbaum?

Por lo que respecta al “lucro” que Sallard asegura, aproveché de la tragedia de los paisanos capitalinos, quiero decirles que yo no soy candidato y no puedo lucrar con un acontecimiento trágico, multi-advertido por la misma ciudadanía de la Ciudad de México y que solo encontró oídos sordos de la “cuatroté”.

Como periodista, mi obligación es ejercer la crítica y señalar la terrible incongruencia en la que incurren algunos de nuestros políticos, entre ellos Alfonso Durazo, cuyo afán por ganar adeptos lo han obligado a decir una serie de barbaridades, que traducidas al entendimiento popular, se traducen en groserías que el pueblo de Sonora no se merece, absolutamente de nadie.

Por lo que respecta a Moncada y Sallard, quiero comprender su desesperación por tener el poder para “castigar” como se merece a todos aquellos periodistas y a todos aquellos medios que nos hemos atrevido a no pensar como ellos quisieran. ¡Como López Obrador lo hace todos los días, pues!

Al final de cuentas, Alfonso escogió con qué medios trabajar en su campaña. Nosotros como periodistas cumplimos con nuestra obligación: Le invitamos y no admitió el debate. Sus razones tuvo.