OPINION

Ineptitudes y discordias: el México bronco

Juegos de poder

Bulmaro Pacheco, columnistaCréditos: TRIBUNA
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Don Jesús Reyes Heroles advirtió en su momento que el México bronco no estaba muerto, que solo dormía, y además advertía sobre los riesgos de despertarlo —con políticas equivocadas o con excesos— porque nunca se sabía en qué podía desembocar y cómo hacer para controlar la explosión. La historia lo había demostrado.

Dijo: "Pensemos precavida o precautoriamente que el México bronco, violento, mal llamado bárbaro, no está en el sepulcro; únicamente duerme... No lo despertemos, unos creyendo que la insensatez es el camino, otros aferrados a rancias prácticas. Todos seríamos derrotados si despertamos al México bronco".

Ahora todo indica que al México bronco ya lo están despertando y, lo peor —no saben que hacer con él—, más allá de los mensajes cargados de recomendaciones de tipo moral como abrazos no balazos, que los violentos se comuniquen con sus padres, darles dinero, etcétera.

El México bronco ahora —y lo nunca visto— apedrea y ofende a militares, vende protección y cobra piso, toma casetas de peaje, invade vías de comunicación, reta a la autoridad en las principales carreteras de México, se arma en comunidades bajo el modelo de autodefensas, y frecuentemente toma alcaldías en realidades complejas y desorganizadas donde se asesinan a presidentes municipales, elementos policiacos y periodistas y no hay quien les ponga un alto.

Una parte importante del México bronco está ya mezclada con el hampa, que lo utiliza para el clima de violencia imparable que vivimos. El problema de fondo sin embargo es que se agotaron los mecanismos de control y el estado de derecho no deja de ser mera quimera.

Las turbulencias internas y la inestabilidad del gobierno, entre otras, nos ayudan a explicar el fenómeno.

Muy temprano, al inicio del gobierno de la llamada 4T se presentaron dos renuncias de funcionarios de primer nivel: El secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, y el director del IMSS, Germán Martínez. A través de sus escritos en un medio de comunicación nacional, Urzúa dejó explícitas las razones de la renuncia como titular de Hacienda, y Martínez lo hizo mediante una carta con razonamientos igualmente bien fundados.

Vinieron después renuncias importantes como las de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, la del jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, y la del jurídico Julio Scherer.

El secretario de Educación Esteban Moctezuma (que había puesto toda su energía en los cambios educativos sexenales) sin mayores explicaciones fue enviado a la embajada de México en Washington.

Javier Jiménez Espriú, titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, renunció por no estar de acuerdo con la militarización de los puertos. Así lo dejó establecido.

Arturo Herrera, el segundo secretario de Hacienda, renunció también porque fue propuesto para el Banco de México; pero algo—nunca se supo—, motivó al presidente que días antes de la nominación en el Senado cambió a Herrera por una mujer: Victoria Rodríguez Ceja.

Irma Eréndira Sandoval, la poderosa secretaria de la Función Pública, e ideóloga de la llamada 4T renunció al cargo cuando falló la estrategia de proyectar a su hermano —el súper delegado de programas sociales— a la candidatura de Morena al gobierno de Guerrero.

Josefa González Blanco Ortiz Mena renunció a la Secretaría del Medio Ambiente, igual renunció su sucesor Víctor Toledo Manzur. María Luisa Albores pasó de Bienestar a la Semarnat y Jaime Cárdenas renunció al Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado. Javier May Rodríguez, expresidente municipal de Comalcalco (sembrando vida), sustituyó a María Luisa Albores en Bienestar; May sería nombrado después titular de Fonatur quedando en su lugar Adriana Montiel
Reyes.

No se sabe por qué movieron al hijo de Heladio Ramírez de la titularidad del Issste y lo mandaron a otra parte. Tatiana Clouthier llegó a la Secretaría de Economía en lugar de Graciela Márquez, que pasó al INEGI.

En lo político, Porfirio Muñoz Ledo, aliado del presidente, se inconformó cuando no repitió en la Presidencia de la Cámara de Diputados, y después cuando mediante encuesta fue vencido por Mario Delgado en su aspiración de dirigir a Morena. Con 89 años el próximo julio, se especula sobre su designación como próximo embajador en Cuba.

Yeidckol Polevnsky, ex dirigente nacional de Morena, fue demandada por el entonces dirigente nacional Alfonso Ramírez Cuellar por malos manejos financieros en Morena, y por ahora esta fuera del círculo de poder.

Jaime Bonilla, un atípico méxico-americano que ganó el gobierno de Baja California en 2018, por sus propias pistolas decidió ampliar su período de tres a seis años, aún cuando la Constitución local lo limitaba. La Suprema Corte de Justicia le dio palo al intento de Bonilla de alargar su trienio, pero el gobierno federal hizo mutis y no dijo nada antes.

Igual sucedió con Arturo Zaldívar, presidente del Consejo de la Judicatura de la Suprema Corte, al que una iniciativa del Partido Verde con la conformidad del Gobierno trató de ampliarle dos años más al frente del Poder Judicial. La Corte frenó esa iniciativa.

Otros morenistas en escándalos: Cuauhtémoc Blanco, gobernador de Morelos, fue exhibido en compañía de personas ligadas al hampa y Cuitláhuac García de Veracruz en plena ofensiva política contra los senadores Ricardo Monreal y Dante Delgado.

El presidente buscó imponer candidatos a gobernadores en Guerrero y Michoacán. El INE actuó y consideró inelegibles a Félix Salgado Macedonio y a Raúl Morón, sendos candidatos de Morena a esos gobiernos. El dirigente de la CNTE en Michoacán fue sustituido por Alfredo Ramírez Bedolla, también maestro, y Félix Salgado reaccionó recomendando a su hija Evelyn, actualmente gobernadora.

El gobierno federal acordó con la CNTE la agenda de la llamada “contrarreforma educativa” de principios del sexenio que, entre otras, eliminó al Instituto Nacional de Evaluación Educativa. La CNTE se creció y sin control alguno de los gobernadores se ha dedicado a obstaculizar vías de comunicación y constantemente toma edificios públicos como forma de presión en los estados del sur.

Mientras tanto, el SNTE también sale a las calles a exigir pagos y prestaciones atrasadas de parte de los gobernadores.

Por otro lado, en diversos medios son exhibidos mecanismos de entrega de dinero a morenistas destacados. El caso juzgado y más emblemático, el descuento a los trabajadores del ayuntamiento
de Texcoco para destinarlo a campañas políticas de Morena.

Además, arrecian los señalamientos contra la familia del presidente por el estilo de vida de sus hijos, que contradice la proclamada austeridad del propio presidente, y le ha representado alto costos en la opinión pública.

El país no puede seguir tan polarizado ni en lo interno ni en lo externo (el problema con España, por ejemplo). El clima de enfrentamientos y ataques sin ton ni son utilizando los instrumentos de gobierno no es una buena fórmula para gobernar con eficacia.

Ahí están también las estrategias para tratar e quebrar la alianza PAN-PRI-PRD con la improvisación de diplomáticos al vapor.

Todo el desorden interno relatado se refleja en los pobres resultados del gobierno, que a casi cuatro años de ejercicio — más allá del reparto de dinero— tiene muy poco para presumir.

No se han hecho las grandes reformas que México requiere. Los grandes problemas se han agravado y Las grandes transformaciones de las que hablan en la llamada 4T están más en la imaginación de los gobernantes que en la realidad, a menos, claro, que usted o yo tuviéramos otros datos.