Ciudad de México.- Con experiencia en sectores como la educación, la gastronomía, el sector inmobiliario, los medios de comunicación y la industria de las tintorerías, Miguel Ángel Maya Romero ha desarrollado su carrera profesional en la iniciativa privada. Nacido en la Ciudad de México en 1967 y establecido en San Luis Potosí desde su infancia, su actividad empresarial abarca diversos sectores, siempre con un enfoque en la creación de empleo y la innovación como pilares fundamentales.
Su labor en el ámbito educativo incluye su experiencia como profesor en el Colegio Areté Lomas A.C., una institución en la que su familia también tiene una participación activa. En el sector gastronómico, es socio de la reconocida pastelería y restaurantes Chaires, un negocio con presencia consolidada en la comunidad potosina. La diversificación de sus actividades le ha permitido incursionar en múltiples sectores, contribuyendo así al desarrollo económico local.
A lo largo de los años, el enfoque de Maya Romero se centró en la modernización y optimización de procesos, lo que impulsó el crecimiento de marcas como Max, Omega, Jiffy Biocare, Abba Sec, Jiffy Express y Botonero. La consolidación de estos negocios permitió su posicionamiento en el mercado, ofreciendo servicios que lograron reconocimiento en diversas localidades.
¿Cuál es la visión de Miguel Ángel Maya Romero en la industria de tintorerías?
Jiffy fue fundada en 1976 por su padre, José Maya Castro, con el objetivo de ofrecer un servicio de tintorería accesible a todo el mundo. Con el tiempo, Miguel Ángel Maya Romero asumió la dirección y emprendió una estrategia de crecimiento que los llevó de ser un negocio local a una cadena nacional. La introducción de nuevas tecnologías en el lavado en seco y la optimización de la eficiencia operativa han sido factores clave en la evolución de la empresa.
En 1999, Jiffy estableció una alianza con la firma italiana Firbimatic y el Grupo Argentino de Franquicias para lanzar la marca “Tintorerías Max”, la primera franquicia en este sector en México. Con esta colaboración, la compañía incorporó tecnología europea en sus procesos con el objetivo de mejorar la calidad del servicio y fortalecer su competitividad en el mercado.
Actualmente, la cadena de tintorerías cuenta con más de 40 sucursales en distintas regiones del país y mantiene un modelo de negocio enfocado en la rapidez, eficiencia y atención al cliente. La organización ha implementado medidas para mejorar su impacto ambiental, como la adopción de solventes ecológicos y la instalación de paneles solares en algunas de sus sucursales. Además, lanzó Jiffy Tintorerías BioCare, una línea que busca ofrecer alternativas más sostenibles en el proceso de limpieza.
Con más de tres décadas en el sector, Miguel Maya Romero ha dirigido la evolución de Jiffy en un mercado en constante cambio. La empresa continúa explorando oportunidades de crecimiento y expansión, manteniendo el enfoque en la eficiencia operativa y la adaptación a nuevas tendencias del sector en México.
El desarrollo empresarial requiere adaptación y diversificación, especialmente en sectores con dinámicas cambiantes. La capacidad que tiene Miguel Ángel Maya Romero de gestionar negocios en distintos ámbitos y de implementar estrategias de crecimiento ha sido un factor clave en la consolidación de proyectos en mercados competitivos. En este panorama, ha construido su trayectoria combinando modernización y expansión, elementos fundamentales para la permanencia y evolución de sus compañías.