Ciudad de México.- Legisladores de la bancada del PRI y PT protagonizaron un connato de pelea durante la discusión y posterior aprobación de la nueva Ley de la Guardia Nacional para trasladar a la corporación de la Secretaría de Seguridad Nacional a la Secretaría de Defensa, además de otorgarle atribuciones para realizar tareas de investigación e inteligencia para actuar en operaciones encubiertas e intervenir operaciones privadas.
Durante el debate, las bancadas de la oposición denunciaron la militarización de la seguridad pública y alertaron sobre las nuevas facultades de la Guardia Nacional en materia de espionaje, mientras Morena y sus aliados sostuvieron que la corporación mantiene su carácter civil.
Te podría interesar
- Guardia Nacional
Cámara de Diputados aprueba Ley de la Guardia Nacional entre criticas por militarización
- Cumpas
Fuego cruzado entre sicarios y elementos de la Guardia Nacional en Sonora deja muertos y heridos
- combustible
Guardia Nacional asegura 67 mil litros de combustible ilícito en el Estado de México
El diputado Guillermo Anaya de la bancada del PAN, calificó el nuevo ordenamiento como 'ley espía' y señaló que la seguridad pública no se construye desde los cuarteles militares, sino con policías de proximidad y con rostro humano, por lo que van a defender la integridad de los ciudadanos para que no sean vigilados desde sus teléfonos celulares con un GPS para la normalización de la militarización del país.
El legislador petista, Ricardo Mejía, advirtió que, para el PRI y el PAN, el modelo ideal de seguridad se llama García Luna, basado en la corrupción, los montajes y los acuerdos en lo oscurito con el crimen organizado, lo que calificó como una hipocresía dado que cuando gobiernan piden intervención y la presencia del ejército y la Guardia Nacional en los estados y municipios, en privado piden soldados para cuidar sus oficinas.
De acuerdo a información de Milenio, esta iniciativa de Ley de la Guardia Nacional establece funciones de carácter civil ya que tienen por objeto ejecutar la estrategia nacional de seguridad pública, elaborada por la Secretaría de Seguridad y aprobada por el Senado de la República, obedece a una estrategia y mando de carácter civil encabezado por la presidenta de la República Claudia Sheinbaum, puntualizó, el presidente de la Comisión de Justicia, Julio César Moreno.
Casi al finalizar la sesión, los legisladores del PRI exhibieron una lona con las imágenes de Gonzalo y Andrés, hijos del ex presidente López Obrador, además de la del vocero de la bancada morenista Arturo Ávila, selladas con las palabras “Se busca” y debajo de la frase “Cártel de Morena”.
El priista Carlos Gutiérrez Mancilla y otros legisladores de su bancada se dirigieron con todo y manta frente a las curules del PT, lo que generó empujones, manotazos y hasta un conato de bronca, mientras el diputado presidente, Sergio Gutiérrez Luna, alzaba la voz para exigir orden.
Previamente, desde la tribuna, el coordinador petista, Reginaldo Sandoval, descalificó a la panista Margarita Zavala, refiriéndose a ella como la esposa de Felipe Calderón y culpando al ex presidente de la violencia e inseguridad actual en el país.
Por ello, los representantes del PAN lanzaron la consigna “¡violentador, violentador!” al líder parlamentario del PT, a quien después otros diputados panistas como José Elías Lixa y Federico Döring calificaron de cobarde y poco hombre.
Al comienzo de la discusión, la diputada Laura Ballesteros, de Movimiento Ciudadano, presentó una moción suspensiva para frenar el debate y devolver a comisiones el dictamen, a fin de discutirlo en parlamento abierto, pero la mayoría de Morena y aliados desecharon el recurso.
Remarcó que esta iniciativa otorga a la Guardia Nacional nuevas y peligrosas facultades como operaciones encubiertas, vigilancia masiva del internet, con usuarios simulados y labores de inteligencia previa que ni el PRI se hubiera atrevido a hacer en sus mejores momentos, militarizar la vida pública del país.
Avalado en lo general con 349 votos a favor y 132 en contra, el proyecto fue enviado al Senado de la República para su análisis y eventual ratificación en el actual periodo extraordinario de sesiones.
Fuente: Tribuna