Santa Rosa de Lima, Guanajuato.- ''El Marro'', cuyo nombre es José Antonio Yépez Ortiz, pasó de ser pandillero a convertirse en el principal ladrón de combustible (huachicoleo) en todo el país y en un criminal sanguinario que ''levanta'', descuartiza y disuelve en ácido a sus víctimas.
En poco tiempo, ''El Marro'' superó la logística de muchas empresas altamente eficientes. Diseñó todo un pueblo para poder operar y delinquir además de vivir rodeado de lujos con su familia.
La comunidad de Santa Rosa de Lima se volvió propiedad del líder del cártel que lleva el mismo nombre (CSRL) lo que le ha permitido huir de las autoridades, cumplir con labores de beneficencia social y sembrar terror en la región.
En la calle Leandro Valle hay una capilla rosa con una virgen al lado izquierdo del camino. Ahí comienza el poderío de ''El Marro''.
De acuerdo a investigaciones, Yepez Ortiz se apoderó de todo el pueblo que le debe lealtad y lo protege, incluso, con su vida y la de sus hijos.
En el poblado construyó creó su propia cárcel para privar de la libertad y la vida a rivales y hasta a elementos de corporaciones policíacas.
También inmuebles donde almacenaba explosivos y armamento, así como el diseño de rutas de escape para cuando las autoridades pretendieran detenerlo.
Resalta ''La Casa Rosa'', una vivienda justamente de ese color y barandal blanco en donde el CSRL efectuaba sus actos más sanguinarios, pues, según las autoridades, ahí descuartizaba y hasta disolvía en ácido a víctimas.
''El Marro'' sigue prófugo mientras que fiscal general de Guanajuato, Carlos Zamarripa, asegura que el operativo no ha reducido su fuerza y que siguen larando para desarticular al cártel.
Al cuestionarlo directamente cuándo cree que podrán capturar al líder huachicol, dijo que "es algo que está en investigación".