SEGURIDAD

A ellas las matan: La violencia feminicida sigue en aumento en Sonora

La violencia contra la mujer muestra su cara más brutal en Sonora, en 5 años han sido asesinadas 158 por motivos de género según números oficiales, pero el problema va más allá

Los feminicidios siguen aumentando en SonoraCréditos: Internet
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Cajeme, Sonora.- Las autoridades reconocen el problema y los datos oficiales no dejan lugar a dudas: no hay avance significativo en Sonora respecto a la reducción de feminicidios. La escalofriante realidad hoy en el estado es que ninguna mujer está a salvo. El machismo, la falta de verdaderas políticas públicas y la impunidad convergen en una mezcla perfecta donde se mata a las mujeres y no pasa nada. A nivel país, 'la otra pandemia' registra a diario 10 asesinatos de mujeres por motivos de género, donde solo muy pocos se tipifican como feminicidio.

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UN SISTEMA QUE NO PROTEGE

Sonora no es la excepción. El caso de Karina Alejandra en Ciudad Obregón, es la prueba de que el sistema de justicia está creado para todo, menos para defender a las víctimas. Pese a las denuncias que Karina hizo en diversas instituciones su fin fue trágico y doloroso. Ella fue asesinada con un arma de fuego el pasado 22 de marzo de 2021, de acuerdo con sus familiares (hermana y mamá) la expareja de Karina ya había intentado asesinarla un año atrás (2020), el sujeto la golpeó hasta dejarla inconsciente, la envolvió en una cobija y la tiró dándola por muerta. Sobrevivió y buscó justicia para ella y para su pequeño hijo, pero nadie la ayudó. Para el sistema Karina es solo una cifra más, al igual que Raquel Padilla, Ana Paola Jaramillo, Ambar Dolores, Andrea Carolina, Cecilia Yepiz, Leicy Cecilia, Itzel Noemi, Karina Moroyoqui, Kenia Amayrani, Aranza Ramos, y ciento más de nombres que desfilan.

Mientras, Sonora se ubica en la cuarta posición del país con más feminicidios por cada 100 mil habitantes con una tasa de 1.41 de acuerdo con los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp) y las Proyecciones de la Población de México y de las Entidades Federativas, 2016-2050 del Consejo Nacional de Población (Conapo). EL MACHISMO MATA Cuando se tiene siete años la vida se trata de jugar con los amigos, hacer pasteles de tierra y desvelarse viendo las caricaturas. Pero a ‘Mimi’ (como le decían sus familiares) le arrebataron todo. Itzel Noemi de siete años fue violada, estrangulada y enterrada a 50 metros de su casa el 23 de mayo de 2019. Su feminicida creyó que por ser 'bonita' tenía porque servirle para satisfacer sus perversos deseos. El sujeto de 29 años que le quitó la vida a la pequeña (después de abusar de ella), incluso participó en las labores de búsqueda y se mostró terriblemente “conmocionado”. 7 días después de su desaparición su cuerpo fue encontrado en un predio abandonado. Silvia Núñez Esquer, representante del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, considera que históricamente y culturalmente se sigue ejerciendo una violencia machista contra la mujer. “Así ha sido educada la sociedad, reproduciendo una estructura patriarcal que es la que predomina: ‘el hombre es el que decide, controla y manda’. Eso incluye por supuesto la vida de las mujeres, el cuerpo de las mujeres y sus destinos”. Lamentablemente la brutalidad del feminicidio de Itzel no sirvió de mucho, pues las víctimas siguieron aumentando. La violencia contra la mujer está en sus niveles más altos de los últimos 5 años; pasando de 9 víctimas en el primer semestre (primeros seis meses) del año 2016, a 22 en el mismo período de este 2021; solo superado por el 2019 cuando se registraron 24 feminicidios de acuerdo con los datos del Sesnsp. “Un hombre puede asesinar a su esposa porque no le gustó la cena, a estas alturas todavía. No ha sido equiparable la política pública de prevención en donde todas las mujeres tengan la información de qué es la violencia y qué pueden hacer para salir de ese círculo”, añade Núñez Esquer.

LAS MUERTAS QUE NO SON CONTADAS

El pasado 13 de diciembre de 2020, un comando armado acabó con la vida de Miriam Yaneth de 15 años en Cócorit. Su asesinato no fue considerado como feminicidio, al contrario se le revictimizó al decir que estaba relacionada a la venta de drogas. No es el único caso, muchas mujeres han sido asesinadas en hechos de alto impacto donde se les relaciona directamente al narcotráfico, sólo entre marzo y mayo en Cajeme se asesinaron a 24 mujeres, lo que habla del gran problema que existe. Leticia Burgos Ochoa, líder de la Red Feminista Sonorense, considera que la existencia del crimen organizado no puede ser motivo de impunidad. “Se suma a la impunidad del estado cuando no se reconoce como feminicidio; la condición de las mujeres suponiendo que están involucradas en el crimen a nadie le da el derecho de privarlas de la vida”. Para la experta no puede quedar impune el asesinato de Miriam solo por el hecho que supone que tiene una participación en lo que serían los mecanismos de portar o transitar con droga.

Al estado le resta responsabilidad y no es subestimando esos hechos, sino investigando y poniéndose a la altura de lo que es prevenir, atender y sancionar la violencia de género”.

MUCHO MÁS QUE PALABRAS

Desde el primero de enero de 2017 al 31 de julio de 2021, Sonora contabiliza 158 feminicidios. Ante el incremento incontenible de violencia contra la mujer, diversos grupos feministas de la región han solicitado en 3 ocasiones la Declaratoria de Alerta por Violencia de Género, su lucha estuvo acompañada de protestas, marchas, foros, peticiones y otras actividades. Sin embargo durante todo el sexenio de la gobernadora Claudia Pavlovich fueron ignoradas. Hasta el pasado viernes 20 cuando se activó la primera alerta por Violencia Feminicida y Desaparición, aunque es un paso, no es suficiente y no erradica el problema de tajo. Para lograr resultados se debe trabajar y es precisamente los recursos con los que se hará lo que preocupa a los grupos feministas.

No hemos visto el decreto, pero debe de establecer una serie de medidas que el gobierno del estado debe acatar para buscar bajar la incidencia de feminicidio, lo que no favorece aquí el mecanismo es que al gobierno actual solo le quedan unos días y el otro apenas va a integrar a los responsables del Sistema Estatal de Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la Violencia contra las mujeres”, explica Silvia Núñez Esquer.

Afirma que será con este mecanismo que se tienen que liberar más recursos para atender el problema, “mientras que actualmente vemos que Sonora es un estado muy endeudado, no sabemos bien cómo el nuevo gobierno abordará el tema de la alerta pero esperamos que haya realmente una muy buena coordinación”. Por su parte, Leticia Burgos considera que la declaratoria que se anunció responde a “uso político” y de ahí podría ser un “mal augurio” al responder a intereses políticos particulares. Esto, ya que habían transcurrido dos años y meses, desde que se había solicitado la segunda Alerta de Violencia de Género por feminicidio por parte el Observatorio Nacional del Feminicidio y por la Organización Justicia Pro Persona A.C el 26 de junio de 2019. Además la Red Feminista Sonorense también la solicitó en julio del 2010 por el hecho de normas contrarias a los derechos humanos.

Y ni una ni otra se habían concretado ni se habían dictaminado por parte de Gobernación, pero después de que la solicitara la gobernadora le metieron turno. Para nosotras es un uso político el que están haciendo del mecanismo”, afirma Burgos Ochoa.

En el aire queda la esperanza de que la Alerta de Género sea realmente más acciones que palabras. Y que en el Sonora donde se mata, desaparece, viola, abusa, acosa y golpea a las mujeres algún día deje de serlo.