Ciudad de México. - La violencia en Chiapas, exacerbada por disputas entre grupos criminales, alcanzó niveles críticos, forzando a numerosos habitantes a abandonar sus comunidades en busca de seguridad y una vida mejor. Hay que decir que la situación se ha complicado aún más con la aparición de un nuevo grupo armado que ha causado alarma entre la población.
Recientemente, al menos seis municipios del estado de Chiapas, incluyendo Ixtacomitán, Solosuchiapa, Ixhuatán, Tapilula, Rayón y Pueblo Nuevo, han sido escenario de la irrupción de un grupo autodenominado Autodefensas de Los Altos de Chiapas. Este grupo, que busca evitar la incursión de cárteles en la región, ha generado una oleada de preocupación entre los residentes locales. Los hombres armados, que desfilan en camionetas con torretas y están equipados con armas largas de grueso calibre, han sido captados en videos que circulan en redes sociales.
El grupo repartió volantes y colgó mantas en los municipios, advirtiendo que enfrentarán cualquier intento de extorsión, robo de vehículos, secuestro exprés, violación y asaltos. En sus mensajes, amenazan con una confrontación directa contra cualquier cártel que intente establecerse en la región, elevando la tensión entre los habitantes.
No queremos cualquier grupo de cártel. Si vemos la presencia de alguno, le vamos a partir su madre. Ya sabemos que hay gente involucrada. Es una advertencia, si guerra quieren, guerra tendrán”, reza uno de los mensajes en las mantas.
Hasta el momento, el Gobierno estatal no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre el grupo armado, y la presencia de la Guardia Nacional y el Ejército en la zona sigue siendo inexistente.
Por otra parte, ante la creciente violencia y el desplazamiento forzado de los habitantes, Las Abejas de Acteal, una organización de la sociedad civil, reinstaló un campamento por la paz en la comunidad de Nuevo Yibeljoj, en el municipio de Chenalhó. Este campamento tiene como objetivo “construir la paz con métodos no violentos”, según un comunicado de la organización.
El primer campamento de paz fue establecido el 17 de octubre del año 2000, tras la comunidad haber sido desplazada por paramilitares y la Masacre de Acteal de 1997. En el campamento actual, se realizan jornadas de oración y ayuno, con convocatorias abiertas a los habitantes de Chiapas y del país para contribuir de cualquier manera posible. También se dispuso un espacio con veladoras y un Cristo, como símbolo de esperanza y resistencia.
Este campamento se erige como un refugio de paz y solidaridad en medio de la creciente violencia, y ofrece un punto de apoyo para aquellos que han tenido que huir de sus hogares debido a la inseguridad y las amenazas de los grupos criminales.
En medio de un panorama turbulento, el esfuerzo de Las Abejas de Acteal destaca como un acto de resistencia pacífica, tratando de mitigar el impacto de la violencia y fomentar la esperanza en la comunidad. La situación sigue siendo crítica, y el llamado a la paz y la seguridad es más urgente que nunca en Chiapas.
Fuente: Tribuna
