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Alfonso Durazo abandona el barco nacional en un mar de sangre y dolor

Alfonso Durazo renunció a su cargo como secretario de Seguridad con un país en constante luto y ahogado en inseguridad

Alfonso Durazo renunció a su cargo como secretario de Seguridad con un país en constante luto y ahogado en inseguridad Créditos: Internet
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Hermosillo, Sonora.- Personas a su cargo aseguran que Alfonso Durazo confirmó que en 2021 buscaría la gubernatura apenas se consumó la victoria de Andrés Manuel López Obrador en 2018. Creía fervientemente que desde la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) su imagen pública mejoraría y no le costaría dar el brinco a su estado natal.

Por ello, meses después, reconocer que la situación de inseguridad difícilmente mejoraría le tomó varios meses. No ocurrió sino hasta que la realidad le explotó en las manos con un 2019 lleno de sobresaltos y momentos álgidos.

Aun así, con una nación que suma por miles los delitos de alto impacto, 23 meses después de asumir como titular de la SSPC, Alfonso Durazo renunció al gabinete para competir por la gubernatura de Sonora el próximo año.

“He decidido atender el llamado de la militancia para buscar la gubernatura de Sonora. Renuncio al gabinete, pero no al proyecto político del Presidente. Ni renuncio a su liderazgo político”, dijo ayer en Palacio Nacional confirmándose como el abanderado de Morena. Se va con un país que huele a pólvora, paráfrasis de las palabras que utilizó para justificar la pobre entrega de resultados

“No podíamos fingir que iba a ser fácil resolver el problema. Recibimos un país oliendo a pólvora”, argumentó el originario de Bavispe, al tiempo de asegurar que “la estrategia que estamos usando está dando resultados. Progresivamente vamos mejorando, se logró romper la inercia ascendente de homicidios dolosos, robos y secuestros”.

Lo último lo dijo en el marco de la presentación de su último informe de incidencia delictiva, donde presumió una disminución sensible en los delitos de alto impacto, pese a que en el promedio anual el país tiene 1 por ciento más de casos este año que el pasado.  

  • Números rojos

65 mil 549 asesinatos en 22 meses (diciembre del 2018 a septiembre del 2020), un promedio de 97.83 víctimas diarias de homicidio doloso y un incremento de 9.8 por ciento con respecto al último año del sexenio de Enrique Peña Nieto; nunca un gobierno tuvo cifras tan escandalosas en el mismo periodo de desde que se inició el combate frontal al crimen organizado.

En su gestión de 22 meses, en nueve de ellos se cifraron más de 3 mil asesinatos: números de guerra, cifras manchadas de las que brota sangre.

Además del dato duro, la percepción de la ciudadanía es negativa, pues datos oficiales revelan que el 73 por ciento de los mexicanos temen vivir en sus ciudades, producto del alza de delitos, tanto del fuero común, como del fuero federal.

“Así no guste a nuestros críticos, éstas son cifras contundentes, significa que la estrategia que hemos aplicado está dando resultados de manera progresiva”, se ufanó Durazo.

  • Más delitos

De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema de Seguridad Pública, en términos globales, los delitos de alto impacto han mantenido el mismo nivel desde que Durazo tomó la responsabilidad para coordinar la seguridad nacional. En algunos casos, incluso aumentaron.  Por ejemplo, los feminicidios: en la gestión del sonorense, mil 445 mujeres (48 por mes) fueron asesinadas por razones de género. Veracruz o el Estado de México son ejemplo de entidades donde el proyecto de seguridad federal fracasó.

Lo mismo ocurrió con los secuestros: Diariamente tres mexicanos fueron plagiados, lo que está relacionado con el aumento de 29.4 por ciento de delincuencia organizada durante 2020. 

  • Alto impacto

Más allá del caso Bavispe, donde fueron asesinados varios miembros de la familia LeBarón, la gestión de Alfonso Durazo al frente de la SSPC estuvo cargada de momentos muy complejos para el país.

El más emblemático fue el “Culiacanazo”, operativo fallido para detener a Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “Chapo” Guzmán Loera; el plan, encabezado por Durazo y jefes de Ejército Mexicano, dejó ver cómo las fuerzas de seguridad doblaron las manos ante la fuerza de fuego del Cártel de Sinaloa.

Pero hubo otros sangrientos y despiadados en varias entidades. Veracruz, Guanajuato, Guerrero, Tamaulipas, Michoacán y Morelos fueron testigos de masacres y enfrentamientos donde el crimen dejó claro su dominio en las plazas y la idea de que el país sigue en un brutal conflicto intestino. Y así, en plena guerra, Durazo deja el cargo.