OBREGÓN

Cajeme con cristal en las venas; jóvenes en rehabilitación cuentan su historia

El consumo de cristal en Cajeme se ha disparado en los últimos años. Actualmente del 100 por ciento de jóvenes en rehabilitación el 60 por ciento se recupera y 40 por ciento recae

El cristal es la droga de mayor consumo entre los jóvenes Créditos: Internet
Escrito en SONORA el

Ciudad Obregón, Sonora.- “Tenía curiosidad por probarla, pensé que no se me iba a hacer vicio. Me dijeron que me iba a hacer adicto, pero no lo creí”, así comienza a contar su historia Irving Antonio, con tan solo 17 años, lleva 5 meses en el anexo; su historia, se vuelve una más del mundo de cristal. 

En entrevista con TRIBUNA, Rafael Andrés Sandoval Gastélum, director del Centro de Recuperación y Rehabilitación para Enfermos de Alcoholismo y Drogadicción (Crread) Zona 1 A.C, explica que actualmente se tiene una recuperación del 60 por ciento, de ese total, 20 por ciento recae al tiempo. Y del 100 por ciento, 40 recae inmediatamente. 

Ellos tienen que llevarse las herramientas necesarias para poder enfrentar lo que está afuera, aquí es muy fácil poder llevar un proceso en abstinencia, pero afuera es un proceso real de recuperación. Porque nadie va andar detrás de ellos, por sí mismos tienen que hacer conciencia de qué es lo que les conviene”, reflexiona Sandoval Gastélum. 

Las autoridades prefieren no actualizar o desconocer los datos; para 2016 (la publicación más reciente), el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de las Adicciones (Sisvea) documenta que Sonora desde 2010 tenía un consumo de cristal del 34.9 por ciento, en 2012 de 41.2 por ciento y para 2016 fue de 63.8 por ciento de acuerdo con datos recopilados en centros de rehabilitación. 

Ciudad Obregón ha visto una descomposición acelerada del tejido social derivado del consumo y venta de sustancias, un tema ligado directamente al crimen organizado, el narcotráfico y el aumento de violencia. Pero el tema va más allá de los cárteles, el crystal se ha vuelto un verdadero cáncer para Sonora, uno que cada día crece más. 

  • Vivir bajo el cristal

Ya no convivía con ellos, ya no asistía a reuniones familiares, me aislé de los amigos, simplemente me la llevaba en la calle drogándome”, recuerda Pablo Arturo quien lleva 8 meses y tres semanas en Crread. 

La batalla del joven de 31 años no es solo con la adicción si no lo que está antes de llegar a ella, “empieza por un problema familiar”, al fallecer su abuela buscó un cobijo fácil, “empecé a aislarme en las drogas, a tomar y drogarme con cocaína, luego la marihuana y después el crystal. Y desde que lo agarré ya no he podido dejarlo voluntariamente”. 

Pero no solo quien lo consume sufre, como efecto dominó también daña la vida de los familiares, Irving Antonio comenta que para poder drogarse tuvo que robar al punto que sus familiares tuvieron que internarlo. “Me dijeron que fuéramos al oxxo y sí fuimos, pero cuando salimos estaban unos tíos esperándome y me agarraron y me trajeron aquí”. 

  • Adicciones a edades tempranas 

Miriam Tapia Rodríguez, titular de la Unidad Especializada para Menores de la Secretaría de Seguridad Pública en Cajeme, explica que, en el caso específico de los menores, las sustancias más consumidas son igualmente cannabis y cristal, ocasionalmente pastillas. “De los menores ingresados aproximadamente un 70 por ciento son detenidos por consumo de drogas”. 

César es testigo de ello, su adicción comenzó en secundaria. “Creo que fue el gancho de los vendedores, un amigo se soltó regalando y probé. Caí y desde entonces la consumo”. A sus 30 años ha caído nueve veces en diferentes anexos, “en las adicciones te das cuenta que hay mucha soledad”, reconoce. 

  • Crread una segunda oportunidad

Aquí llegó por problemas a la adicción, en mi caso, soy adicto al cristal, me gusta el cristal, llegó por problemas familiares por el mismo consumo que tenía, tuve problemas en la casa con mi mamá y tomó la decisión de traerme, hasta el día de hoy le agradezco”, señala Ezequiel quien lleva tres años en el centro y ha encontrado su misión en la vida. 

“Hace mucho terminé el proceso de internamiento, sigo sirviendo aquí, soy operador de la unidad. Estoy muy agradecido porque aparte de ayudarme a mí mismo puedo hacerlo con los demás y encuentro paz en ello”. 

  • Más que una adicción 

“Si no hay adictos no hay consumo, si no hay consumo no hay sustancias”, reconoce el director de Crread, Sandoval Gastélum. “El crecimiento en consumo sí ha avanzado considerablemente, antes nos tocaron sustancias mucho más limpias, hoy es sintético ya la descomposición nos desconectan”.  

Cuenta que la descomposición social ha llegado a tal punto que los padres prefieren que sus hijos se droguen dentro de su casa, “ahorita en la actualidad dicen muchos padres dicen ‘yo le digo a mi hijo que no se vaya a la calle porque peligra, yo le digo que consuma dentro’ ese tipo de cosas nos hacen permisivos”. Tan solo en Crread hay 100 jóvenes internados por consumo de cristal. 

“La primera vez que la probé me ayudaron porque no sabía, tres días dejé de consumir, tres días después volví a fumar y ahora es historia”, reconoce Irving Antonio, uno más de los cajemenses que viven bajo el cristal.