Ciudad de México.- Con el objetivo de enaltecer las raíces mexicanas y conmemorar el Día de Muertos, se llevó a cabo la quinta edición de Mexicráneos, una exhibición de arte urbano que año con año reúne a millones de visitantes.
Representando al talento de la región se encuentra Ana Romina García López (Romina Becker), quien intervino en la muestra pintando 2 de las enormes calaveras hechas de resina de vidrio que se exhiben en Paseo de la Reforma, en la Ciudad de México.
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En una entrevista con TRIBUNA, la sonorense habla de los elementos clave que se convirtieron en su inspiración para participar en la famosa exposición colectiva.
Para Romina, exhibir sus cráneos era cuestión de esperar, pues se trata de un proyecto para el cual ya había sido reclutada el año pasado, sin embargo, debido a la pandemia los planes dieron un giro inesperado, explica la pintora que cada pieza tiene un nombre y concepto diferente.
“Después de un año pude realizar el cráneo monumental que es el que se exhibió en Reforma. Se llama Espíritu de Jaguar, inspirado en la tradición del Día de Muertos pero me enfoqué en la importancia que se le da a los espíritus de la naturaleza, el jaguar como deidad en la cultura maya y cómo se le relaciona con el patrimonio cultural que tenemos como mexicanos”, señaló Romina Becker. Explica que como el proyecto se pospuso durante un año, considera que ese cráneo cuenta como su participación 2020.
“Ahora en el proyecto tuve una muy buena relación con la chica que organizó la exposición, sabía que vengo mucho a Sonora y hablamos de cuando era el mejor momento para que yo interviniera... así que fui la primera en pintar”, cuenta la artista multidisciplinaria, “de pronto escuché que faltaba un cráneo y le comenté que podría ayudarle con otro. Hice otro boceto y lo aceptaron en el momento, para mi esa es mi participación 2021”. El segundo monumento lleva por nombre ‘Memoria Selectiva’: “El segundo cráneo es más colorido con más textura, un boceto más sencillo, basado en las memorias positivas que te deja alguien que se va, tendemos a romantizar su paso sobre nuestra vida, pensar solo en lo bonito, lo padre, y olvidar todo lo malo, la persistencia de momentos felices es algo maravilloso que hace nuestra cabeza”, explicó.
Para Romina, participar en este magno proyecto significa también cumplir una meta que se planteó desde pequeña. “Yo de chica en 2001 o 2002 fui a Tucson de vacaciones y en el centro comercial estaba la exposición del ‘Cow Parade’, es justamente esta dinámica, una vaca y la intervienen muchos artistas. Yo los veía y me causaba mucha intriga y admiración, pensar que el mismo objeto podía llegar a ser tan diferente nomás con la representación de alguien”.
Para la sonorense, dicho impacto quedó en su memoria y revivió en 2017, cuando se dio a conocer por primera vez el proyecto de los Mexicráneos: “Me acuerdo que los analicé todos, escogí mi favorito y cuando vi lo de los cráneos pensaba ‘me gustaría un día’ ¿sabes? Como algo muy lejano, cuando se me presentó la oportunidad el año pasado yo estaba en las nubes, finalmente se logró”, finalizó.