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Grupos criminales se adueñan del mar en México: Trafican con especies marinas protegidas

Los grupos criminales llevan años lucrando con especies endémicas y protegidas, entre ellas la totoaba; una reciente investigación demuestra que el problema crece mientras las autoridades no hacen nada para detenerlo

Grupos criminales se adueñan del mar en el Pacífico de MéxicoCréditos: Internet
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Cajeme, Sonora.- Así como China manda precursores químicos a los cárteles de México para el fentanilo, estos grupos criminales trafican con especies endémicas y protegidas para enviarlas al país asiático. Lo que representa toda una cadena de exportación e importación que las autoridades no han podido, ni han querido frenar y que ha derivado en la casi extinción de la vaquita marina.

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El tráfico ilegal de animales de origen mexicano con destino a China va en ascenso puesto que el mercado es altamente lucrativo. Y, en el caso de la totoaba, una especie traficada desde el Golfo de Santa Clara, Sonora y San Felipe, Baja California, su precio se equipara al de la cocaína. En Asia, las especies son utilizadas como medicamentos tradicionales, platillos de alta cocina o sus pieles sirven como símbolo de poder.

  • Tráfico va en ascenso

La investigación ‘Chinalinked wildlife poaching and trafficking in Mexico’ (La caza furtiva y el tráfico de vida silvestre vinculados a China en México), publicada hace una semana por el Instituto Brookings de Estados Unidos e investigada por la especialista de seguridad nacional Vanda Felbab-Brown, advierte que los cárteles de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación y el local conocido como Cártel del Dragón son quienes abastecen el mercado de productos marinos no regulados. Vanda Felbab-Brown señala que el crimen organizado de México aprovecha la laxitud de las autoridades, lo que se suma a la falta de aplicación significativa de una ley ambiental, la corrupción y la falta de sustentos legales para identificar y atrapar a los cazadores de las especies. Lo anterior da margen a los cárteles para extorsionar a los pescadores y comprar, transformar y comercializar a los animales.

Aquí operan los cárteles mexicanos

El titular de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), instalado por la administración de López Obrador, Octavio Almada Palafox, un político (quien es originario de Huatabampo) designado sin conocimiento previo de la industria pesquera, ha sido reacio a entablar un diálogo con los pescadores y otros representantes de la industria pesquera”, señala la página 15 de la investigación.

Felbab-Brown explica que especialmente el Cártel de Sinaloa se ha infiltrado en las pescaderías gracias a comprar permisos emitidos por Conapesca para pescar almeja y otras especies. “El cártel compró los permisos emitidos por Conapesca, que eran muy pocos, pero muy grandes (200 toneladas por permiso)”.

En Baja California, Sonora y Sinaloa, los cárteles pagan a los pescadores con drogas para que estos hagan el trabajo sucio y hasta utilizan halcones para asegurar que la mercancía no se venda a otros grupos contrarios. “Los grupos criminales también están pagando a los pescadores artesanales con drogas, como metanfetamina, en lugar de efectivo. Tal práctica crea efectos desastrosos para la salud pública, convirtiendo a los pescadores en usuarios de drogas, y los enreda aún más en la delincuencia”, explica Felbab-Brown.

  • La totoaba y el Cártel del Dragón

El Cártel del Dragón, una compleja estructura criminal integrada por mexicanos, chinos y estadounidenses, está tras una red transnacional de tráfico de totoaba que se ha asentado en los golfos de Santa Clara y San Felipe desde hace casi un siglo atrás. Al día de hoy, este tráfico se distribuye geográficamente entre Baja California Sur, Baja California, Sonora y Sinaloa gozando de una impunidad total.

El pasado 3 de marzo personal de Aduanas de Hong Kong decomisó 1.2 kilogramos de vejigas natatorias o buches secos de totoaba con un valor de 700 mil pesos en el mercado negro, lo que da cuenta del gran negocio que resulta para estos grupos criminales. Los jóvenes pescadores de Santa Clara en Sonora y San Felipe en Baja California optan por dedicarse a “buchonear”, como se le llama al tráfico de esta especie, pues en la región no tienen otra opción.

Dichas acciones acrecientan el clima de violencia y pese a la pesca indiscriminada, las autoridades no han hecho nada.

Una investigación realizada por Connectas, en alianza con varios medios de comunicación, demuestra que únicamente hay 42 expedientes abiertos por tráfico de totoaba del 2012 a febrero de 2021, lo que no refleja ni un solo golpe certero contra el Cártel del Dragón pues solamente hay dos sentencias condenatorias. De las 42, siete se presentaron en 2020, el año con mayores denuncias penales presentadas ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), además del total solamente siete se presentaron en Sonora.

Connectas también encontró que los trabajos coordinados entre China y Estados Unidos están detenidos desde 2017, lo que evidentemente ha dejado desprotegida a la vaquita marina, hoy en día el animal más cercano a la extinción.

  • Totoaba, la cocaína del mar

Informes de autoridades de Estados Unidos indican que un kilo de buche de totoaba puede llegar a pagarse en cinco mil dólares en México y en Estados Unidos entre 10 y 15 mil. Por otra parte, Felbab-Brown sostiene en su investigación que no solo es lo lucrativo que resulta el comercio ilegal sino que también “da grandes márgenes a los cárteles mexicanos para ocultar dinero ilícito".

Totoaba, la cocaína del mar

Fuente: Staff