Ciudad Obregón, Sonora.- El pintor e ilustrador cajemense Vlaz Eduardo López Molina se unió a un colectivo de tatuadores y desde hace cuatro años se dedica formalmente a plasmar su arte en la piel. En su nuevo aprendizaje y experiencia se dio cuenta que ilustrar en papel y tatuar son dos mundos muy diferentes.
El artista es conocido por su trabajo como ilustrador, ha hecho portadas para libros con la Biznaga Cartonera. También tiene exposiciones individuales y colectivas con su obra.
En entrevista con TRIBUNA, compartió su experiencia al realizar tatuajes y convivir con las personas que le solicitan el servicio.
Al preguntarle si existe una relación o se le facilita más hacer tatuajes por tener experiencia previa como ilustrador dijo que él mismo creía que así sería.
Desde mi entender y aprendizaje hay cierta relación por la cuestión gráfica y visual y todo eso, de hecho yo brinqué al tatuaje porque creía que era una manera de extender mi discurso visual hacia otra plataforma como decir si agarrar un aerógrafo o aerosol. En mi camino me di cuenta que del papel al tatuaje hay cosas que no son funcionales, porque un dibujo en la piel prácticamente tiene vida, va envejeciendo con las personas, la tinta se expande por naturaleza de la piel”, dijo.
Aprendió que la manera de trabajar es muy distinta. También su experiencia al estar en contacto con la gente le brinda otras posibilidades, ya que al realizar su trabajo como pintor e ilustrador se encontraba solo en su estudio con música y papel, pero ahora no.
Hay clientes que no platican en la sesión que solo van a que le hagas el trabajo. Hay personas con las que creas un vínculo y lo agarran como terapia hacerse un tatuaje y fluye de una forma natural” comentó.
También ha realizado tatuajes a personas que sólo eligen un diseño por estética o a quienes lo hacen por un significado especial y señaló que ambas posturas son válidas porque son imágenes que llevarán en sus cuerpos de por vida.
Vlaz dijo que la tendencia en tatuajes varía mucho de acuerdo a la temporada pero que por lo general a los obregonenses les gusta hacerse tatuajes con “trabajo de sombra” y realismo con figuras de personas o animales.
Explicó que para los tatuadores adoptar las medidas que exige la Secretaría de Salud para evitar contagios de COVID-19, no fue difícil porque en su trabajo diario ya usaban cubrebocas y manejaban citas con las personas, lo único que ha cambiado es no permitir que vayan acompañados, ya que “era usual” que fueran acompañados por grupos de 3 a más personas.
Empecé en el tatuaje con la idea un poco romántica del artista, pero ya con los compañeros que me cobijaron en el tatuaje, me di cuenta que era un mundo totalmente diferente, sí tiene relación con las artes gráficas pero el tatuaje es mundo muy celoso, único y estoy como en aprendizaje".