Ciudad de México.- Seguramente, en alguna ocasión has dicho una que otra grosería y a pesar de lo que las madres de todo el mundo piensan, decir malas palabras puede no ser tan horrible como se cree e incluso tiene más de un beneficio en algunas circunstancias.
De acuerdo con psicólogos del Psychobiology Research Laboratory en Inglaterra, decir groserías es bueno para distintas situaciones de la vida cotidiana, siempre y cuando no se digan como una falta de respeto para otras personas.
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- Es bueno para el dolor
Decir groserías durante momentos de dolor físico, como después de un buen golpe, ayuda a que el cuerpo genere mayor resistencia al tener un efecto analgésico.
- Catarsis
En momentos de frustración o enojo decir groserías suele ser liberador ya que permiten disminuir el estrés para generar una sensación de desahogo.
- Son motivacionales
Decir una que otra mala palabra cuando sientes que ya no puedes más en algún momento, como cuando se realiza ejercicio, ayuda a producir adrenalina por lo que se tiene más energía.
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- Son señal de inteligencia
Aunque sea imposible de creer, los expertos señalan que presentar fluidez en palabras con mala fama como las groserías suele asociarse con un coeficiente intelectual más alto, siempre y cuando se empleen de la forma adecuada.
- Honestidad
Las personas que suelen decir más groserías, mienten menos, tiene mayores niveles de integridad y por lo tanto son más honestos.
Y tu, ¿dices muchas groserías?
Fuente: Expansión