California, Estados Unidos.- Después de que miles de adolescentes se vieran obligados a permanecer en casa luego de que iniciara la crisis sanitaria por Covid-19, muchos menores de edad cambiaron sus ciclos de sueño, esto derivó de diversas razones, aunque las más comunes eran por el exceso de energía, ya que, al estar en el aislamiento habían dejado de realizar deporte, acudir a la escuela o simplemente dejaron de salir con sus amigos. Otro factor que incrementó la falta de sueño en la población joven era el contacto con dispositivos y videojuegos a altas horas de la noche.
Después de que los jóvenes tuvieron que volver a la escuela, se vieron plenamente afectados por las tempranas horas en las que debían presentarse en los centros educativos, hecho que fue notado por la experta, Lisa L. Lewis, quien fue la primera en notar que su hijo se veía exhausto por las mañanas, por lo que decidió investigar qué era lo que estaba ocurriendo, hecho que la llevó a escribir su libro El adolescente privado de sueño: por qué nuestros adolescentes están cansados y cómo los padres y las escuelas pueden ayudar a prosperar.
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Según información de Lewis, basada en la Fundación Nacional del Sueño, la mayoría de los adolescentes deben dormir un periodo entre ocho a 10 horas por día, mientras que los menores de 13 años necesitan descansar entre nueva a 11 horas; sin embargo, la mayoría de los adolescentes no duermen ni si quiera las horas mínimas, esto según información de los Centros para el Control de Enfermedades Contagiosas de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), quienes revelaron que en el 2007 solo el 31 por ciento de los menores, en el país, dormían sus ocho horas. Dicha cifra bajó al 22 por ciento para el 2019.
La experta relató que algunos factores externos que suelen interrumpir los sueños de los adolescentes pueden relacionarse con el estrés y el acceso a los dispositivos electrónicos, mismos pueden mantener despierto a alguien hasta la 1 o 2:00 de la madrugada; otra cuestión que logra reducir el sueño son los cólicos menstruales en las mujeres y el vivir en sitios ruidosos también afecta al correcto descanso, por estos motivos, Lewis instó a los padres de familia a estar más pendientes de los hábitos nocturnos de sus hijos.
Fuentes: Tribuna