Dodoma, Tanzania.- En pleno siglo XXI la vestimenta sigue siendo factor de discriminación y para ejemplificar habrá que recurrir a una Asamblea Nacional en Tanzania que echó de la junta a una mujer solo porque sus pantalones eran muy ajustados.
Todo comenzó cuan do el diputado Hussein Amar expuso que algunas féminas invitaban al escándalo y enseguida acusó a su colega, quien, a su modo de ver, incurría en esta práctica.
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Señor presidente, un ejemplo es mi compañera sentada a mi derecha con una camisa amarilla. Mire los pantalones que se ha puesto, señor presidente".
Por su parte, el presidente Job Nduga dio seguimiento a su denuncia y le pidió a la funcionaria abandonar la sala debido a que su atuendo no se consideraba "parlamentario".
Vaya a vestirse bien y vuelva a reunirse con nosotros más tarde", sentención.
Esto dio a pie para que advirtiera al resto de las colaboradoras que debían acatarse al reglamento de vestimenta, de lo contrario no se les permitiría la entrada a las sesiones.
Intentemos cumplir con nuestras normas. Mirando nuestras reglas y tradiciones, las mujeres las deben cumplir", subrayó.
Fuente: Clarín