Oklahoma, Estados Unidos.- El pasado miércoles 1 de julio dos policías de la ciudad de Wilson, Oklahoma, fueron acusados de asesinato en segundo grado.
El agente Joshua Taylor de 25 años y Brandon Dingman de 34, arrestaron a Jared Lakey el 4 de julio de 2019 y le dispararon más de 50 descargas de pistola eléctrica, acción por la que víctima murió dos días después en un hospital.
Documentos judiciales del Buró de Investigaciones del estado de Oklahoma, señalan que tal uso "excedió enormemente lo que sería necesario o justificado por las circunstancias del caso". "El uso del táser tan peligroso e innecesario".
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No puedo entender cómo la ciudad permitió que oficiales que cometieron una temeridad tan grande, que resultó en la muerte de un hombre, continuaran trabajando", declaró el abogado Spencer Bryan, representante a los padres del fallecido.
El jueves ambos oficiales fueron arrestados y puestos en libertad bajo fianzas de 250 mil dólares. Se enfrentan a penas de entre 10 años de prisión y cadena perpetua.