OPINIÓN

Los Ibarra del Mayo: 170 años de historia

Bulmaro Pacheco, columnista.
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Clemente Ibarra Esquer nunca imaginó que al comprarle a principios del siglo XX a Bartolomé Salido más de 50 mil hectáreas de tierra —desde la Sierra de Los Frailes a Agiabampo, pasando por varias comunidades indígenas de la región del Mayo— la hacienda de las rastras incluida—, estas se convertirían en una parte muy importante de la historia moderna de la región sur de Sonora.

Han transcurrido 101 años de la muerte de Clemente Ibarra Esquer, el legendario minero, agricultor y comerciante fundador de la prolífica familia Ibarra, de la región del Mayo. Así lo sostiene su orgullosa descendiente María del Carmen (Chita) Topete Ibarra, poseedora de una parte de la memoria histórica —y coleccionistadevaliosainformación— deloriginalfundadorde la familia.

Don Clemente nació en Promontorios, Álamos, el 24 de noviembre de 1850, y murió un 5 de octubre de 1919. Vivió intensos 69 años, que para la época no era un mérito menor; durar casi 7 décadas.

Hijo de Julián Ibarra Pacheco (de La Aduana) y Ascensión Esquer Armenta (de Minas Nuevas), integrantes de una generación del siglo XIX formada en la cultura delesfuerzo, enactividadescomercialesymineras; Julián y Ascensión tuvieron dos hijos: Clemente y Adolfo. Adolfo decidió buscar fortuna en el vecino Sinaloa. Clemente se quedó en Promontorios, Las Rastras… y Huatabampo, y se casó con Carmen Espinoza (hermana de Alejandro Espinoza, de Etchojoa, quien con Rafaela Quijada procrearan a Alicia, Rafaela y Adelina Espinoza Quijada). Don Clemente murió impactado, por la expropiación de tierra en su perjuicio por el Gobierno de Carranza —ya en conflicto con los sonorenses por la sucesión presidencial—, porque le restaron casi la mitad a su gran propiedad de 50 mil hectáreas; todo lo correspondiente al territorio de Masiaca (Masiaca perteneció a Álamos primero, después fue convertida en Comisaría de Navojoa en junio de 1937) Su tumba fue diseñada por el famoso escultor Adolfo Ponzanelli (Carrara, Italia, 1879-1952), el mismo que diseñara los acabados de Bellas Artes y el Monumento a la Independencia en la Ciudad de México. La tumba con acabados de mármol se encuentra intacta en el área central del viejo panteón de Huatabampo, y ahí dice: «Clemente Ibarra, 5 de octubre de 1919 y Carmen E. Vda. de Ibarra, 3 de junio de 1933».

“Era un visionario” —dice su bisnieta María del Carmen—. “Amplió sus horizontes creando empresas necesarias para la época: Fábricas de hielo, de velas para la minería, agricultura, comercio, mantenimiento de molinos, reparto de agua, servicios diversos, transporte e impulso del comercio terrestre y marítimo, entre otras”. Ante la crisis de la minería en Álamos, Clemente supo manejarse con éxito empresarial hacia los pueblosdelBajoRíoMayo, especialmentelaregiónde Huatabampo, en las primeras décadas del siglo XX, por la apertura de tierras de cultivo en el naciente municipio, que ya se caracterizaba por los altos rendimientos en garbanzo y tomate.

La tumba de Don Clemente, con más de 100 años todavía luce adornada con una impresionante escultura de Cristo, traída desde Italia, entre piedra y mármol de color café. Se distingue también por los arreglos de hierro de una fundidora de Mazatán, y luce bien conservada en la parte céntrica del viejo panteón de Huatabampo, ahí en el lote familiar. A un costado de la tumba de Don Clemente se encuentra la del asesinado presidente municipal de Huatabampo, su yerno Benjamín Alomada, esposo de Carolina.

Entre 1874 y 1899, Clemente y Carmen tuvieron once hijos: Clemente Ibarra Espinoza (1874-1955). Se casó con Carmen Ibarra Rábano, de Álamos. Del matrimonio nacieron: Clemente (III), Jesús Guillermo, Ara, Concepción, Edelberto, Angelina, Guadalupe, Rubén, Carmen y María Consuelo, de apellidos Ibarra Ibarra. Clemente (III) casó con Josefa Ballester Fornelly, procrearon a José, Salvador, Rogelia, Balvaneda y Rosa María. Posteriormente nacería en Masiaca Clemente IV. Carmen Ibarra Ibarra se casó con Carlos Topete Briseño, de Santa Fe, Nayarit, y tuvieron ocho hijos. Topete fue de los primeros molineros en Huatabampo y fue quien convenció al célebre Ricardo Kameta para quesetrasladaradeGuaymasaHuatabampo, avanzados los años treinta del siglo XX. Clemente vivió en la casa que después se convertiría en el Bar “El Peine”, de Viviano Escalante. Parte de la propiedad la compraría después Francisco Martínez Mathews. Trinidad (1877-). Casadaconelprofesor JesúsMaría Quijada, un profesor rural de Rosario Tesopaco que llegó al rancho SanAntoniodelosIbarra. MadredeJesúsMaría, María Otilia, Melchor, Gaspar, Balvanera Quijada Ibarra. Esta última fue esposa del recordado médico y farmacólogo José Pardo González. Doña Trini heredó parte del rancho San Antonio de los Ibarra.

Alejo (1879-). Fue quien cambió la letra Y por la I para que el apellido Ybarra se transformara en Ibarra. Se casó con Concepción Retes Mendoza, de Álamos, cuyos hijos fueron: Conchita (abuela de los Güereña, falleció muy joven de un derrame cerebral), Jesús Conrado (expresidente municipal), Fernando, Roberto y Alicia (esposa de Ignacio Velderráin) Concepción Ibarra Retes, la abuela de los Güereña (De la LLata,) se casó con Juan Antonio De la Llata Barceló (Villagrán), un ingeniero civil de Querétaro que fue comisionado en el Gobierno de Álvaro Obregón para el trazo del ferrocarril Navojoa-Yavaros, entre 1921 y 1925. Antonio de la Llata Ibarra heredó parte del rancho Las Uvalamas.

El general Álvaro Obregón, a petición de don Alejo, recomendó también a De la Llata con la compañía deslindadora Richardson, como comisionado en Esperanza para el trazo del Valle del Yaqui, y posteriormente para realizar el estudio en Conicárit, donde después seconstruyólapresaAdolfoRuizCortines, diceconorgullo, sunieto, LuisFernandoGüereña. José(1882-). Se casó con Carmen Flores, con quien procreó a José (presidente municipal de Etchojoa, casado con Margarita Ramos, hija del exgobernador Ramón Ramos), Carmen (Maya) y Balvanera. Al enviudar, se casaría con Juana Valenzuela (hermana de Pepe Martín, el celebre ‘Pepón’) y de ahí nacieron: Carolina, María Luisa y Luz Elena. José heredó parte del rancho Huasahuari. Próspero(1884-). PrósperoIbarraEspinozasecasócon Luz Cevallos Corbalá, de Álamos, y procreó a Próspero, Blanca, Francisco, Ema, Leonor y Luz Ibarra Cevallos. Heredó parte del rancho La Atalaya. Baltazar (1887-). Se casó con Eva Obregón Hill, de Álamos, procrearon a Marina Argelia, Julieta, Eva, Fernando y Baltazar Ibarra Obregón. Este último fue padre de Mario, Marina Argelia, Ramón, y Jorge. Con Juana Ceceña Quiñones, deEtchojoa, tuvo aMaríaGuadalupeIbarra Ceceña. Después, yaviudosecasaríaconElenaQuiroz y de ahí nacieron Gonzalo, Gaspar, Elena y Yolanda. Baltazar Ibarra Espinoza heredó parte del rancho Las Milpas, Rosa (1889-). Se casó con José Castro Gastélum, y de ahí nacieron Jorge, Moisés, Oliver, Ernestina, Héctor, Roger y Rosa Blanca (o) Eloísa que se casó con RobertoGarcía, mamádeRosaBlancayLorenia. Heredó parte del rancho Huasahuari. Federico (1891-). Se casó con Amanda Ibarra Verdugo, de Masiaca, y de ahí nacieron: Manuel, Federico, Julián, Germán, Clemente, Mario y Alfredo. Federico murió de cáncer de pulmón en 1966, y doña Amanda falleció en 1997. Federico heredó parte del rancho San Nazario.

Carmen (1894-). Se casó con Francisco Gorgonio Ramírez Mendívil y procrearon a Balvanera Ramírez Ibarra, Francisco, Adolfo, Carmen y Roberto. Heredó parte del rancho El Nacapul. Carolina (1895-). Se casó con Benjamín Almada, el presidente municipal de Huatabampo asesinado en 1915. Solo tuvieron a Cornelia Almada Ibarra, casada posteriormente con Ángel Santini Urrea, de Navojoa. Heredó parte del rancho Santa Mónica. Alfredo (1899-1985). Se casó con María Álvarez, de Etchojoa, sus hijos fueron: Violeta, Norma, Clemente, Alfredo y Fernando. Heredó parte del rancho Teachive (hoy Rancho Nuevo). Entre 1919, cuando murió el primer Clemente, 1955 que falleció el segundo y 1985 que falleciera Alfredo, las siguientes generaciones de Ibarra se han multiplicado y ampliado en lo regionalynacionalenactividadesdiversasyapesarde los años, se sabe, mantienen la comunicación y la convivencia sin olvidar orígenes, familias y aportaciones. Han sido presidentes municipales descendientes de DoñaCarmenyDonClemente: JoséIbarra Flores(hijo de José), Pelagio Félix Espinoza (hijo de Alicia) y Jesús C. Ibarra (hijo de Alejo), así como Próspero Ibarra Cevallos (hijo de Próspero) y los hijos de este: Luis Alberto, Daniel y el nieto Próspero Ibarra Otero. Alcaldes casados con nietas de Don Clemente: Alfredo Káram Muñoz (Blanca), Luis Salido Quiroz (María Luz), y el hijo de estos Luis Salido Ibarra alcalde de Navojoa en 1979, también, Alfredo Santini Escalante (Leonor) y Jesús RamírezFlores(Julieta) cuyossuegrosfueronBaltazar Ibarra Espinoza y Eva Obregón Hill. También rectores: de la Universidad de Sonora: Jorge Luis Ibarra, Guadalupe Ibarra Ceceña de la Universidad Indígena de Mochicahui (ambos bisnietos de Clemente y nietos de Baltazar) y Ramón Ibarra Ramos de la Universidad Panamericana nieto de José, aclara Mario Ibarra Mendívil. Son 170 años de una intensa historia que iniciara en Álamos con el nacimiento del primer Clemente en 1850, yqueconcambiosgeneracionales, avancesyexpansiones refleja puntualmente los notables cambios ocurridos en todos los órdenes en la región del Mayo. Para la historia.

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