El propagandista del nazismo y hombre de todas las confianzas de Adolfo Hitler, Joseph Goebbels, estaba convencido de que una mentira repetida mil veces se convierte en verdad.
Pero no era el único dueño de esa teoría. En la Rusia bolchevique, -20 años antes del Tercer Reich alemán-, Nicolás Lenin (Vladimir Illich Ulianov, su nombre real con raíz judaica) también ponía en práctica ese pensamiento al instaurar “el paraíso de los trabajadores” o el comunismo.
Ambos se convirtieron en los padres y guías de muchos populistas en el mundo, que con su demagogia han logrado impactar y seducir a millones.
En México vivimos ahora un fenómeno muy similar.
Horas después de haber cumplido sus primeros dos años de haber llegado a Palacio Nacional, el presidente López Obrador reunió a su gabinete y rindió un informe del estado que guarda su administración.
La Ley no lo obligaba. La Constitución establece que el titular del Poder Ejecutivo Federal deberá rendir un informe cada año, exactamente cada 1 de septiembre, (apertura del periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Unión) pero no hace mención de ninguna otra fecha.
Sin embargo, para AMLO, desconocedor de la Ley, elige cada vez que puede, una oportunidad para hablar a la opinión pública y repetir sus propósitos de transformar al país.
Como se esperaba, resumió lo que considera sus logros. A muchos nos hizo viajar a la época de Luis Echeverría, (en los años setenta) cuando se ofrecía desde la más alta tribuna del país, un mundo muy distinto a la realidad que vivíamos.
Pero la propaganda de este día contemplaba un mensaje preciso y conciso que solo podría partir de la convicción de imponer un pensamiento:
“Yo tengo otro dato –dijo con optimismo-, el 71 por ciento de los mexicanos está de acuerdo en que continuemos llevando a cabo nuestra transformación”.
Es decir, según el presidente, al menos 7 de cada 10 mexicanos aprueban su gestión y quieren que siga adelante.
Se adelantó a la consulta pública para revocar su mandato.
Y como prolegómeno a esa aseveración, admitió “con mucha humildad” que en un país democrático como el nuestro, existe la oposición, porque “es legítimo”.
Y todavía más, “pecó de honesto”: Admitió que en delincuencia, México ha visto aumentar el feminicidio, el homicidio doloso y la extorsión.
Lo trascendente para López Obrador, no eran los datos duros de sus primeros dos años, sino inocular el veneno de su proyección política rumbo al 2021.
Esa es la estrategia propagandística.
Esa es la respuesta a la pregunta, ¿si los números en Seguridad, Salud, Economía, son tan negativos en este Gobierno, por qué sigue el presidente recibiendo calificaciones aprobatorias?
Innegable, la manipulación, sostenida con el dinero de quienes generan riqueza en este país para buscar el agradecimiento de quienes reciben apoyos gubernamentales. Ernesto Munro, dirigente estatal del Partido Acción Nacional en Sonora, me dijo en entrevista para “De Primera Mano” en “Primera Plana Digital”, que está convencido que por el bien del Estado y para evitar que se imponga la “cuatroté” a las nuevas generaciones, la alianza entre el PRI, PRD y PAN debe consumarse para enfrentar a Morena… En otras palabras, anteponer un valor mayor a los intereses particulares o de grupo… Eso sí, reiteró que al interior de su partido se está cumpliendo con las formas y que habrá una encuesta telefónica a la militancia, así como la instalación de mesas de votaciones en los municipios, hasta llegar a la Comisión Permanente que dictaminará antes del 15 de este diciembre, la procedencia de la multicitada alianza o coalición política que postularía a Ernesto Gándara Camou como su candidato a la gubernatura.
Desde luego, Morena -comenzando por el presidente López Obrador y terminando con Alfonso Durazo-, han criticado severamente esta intención tripartidista, porque evidentemente, están convencidos que sería una seria amenaza para ellos y sus propósitos… AMLO ha dicho: ¿Qué diría Gómez Morín, el fundador del PAN, si viviera?... Habría qué recordar que Morena, en el 2018, se alió con el Partido Encuentro Social, integrado por conservadores religiosos… ¿Qué dirían Fidel Castro o Hugo Chávez si vivieran?