OPINIÓN

La sensibilidad de los insensibles

De Primera Mano

Francisco Ruiz Quirrín, columnista.
Por
Escrito en OPINIÓN el

De manera tradicional, o bien, cuando existía la normalidad a la que todos estábamos acostumbrados, había sujetos más obligados a demostrar sensibilidad a diferencia de otros.

En muchos casos, las propias leyes y reglamentos definían las obligaciones y derechos para los individuos, dependiendo de la naturaleza de su trabajo.

En la llamada “nueva normalidad”, la sensibilidad y el humanismo son una obligación para todos, sobre todo si tenemos -a estas alturas- el convencimiento de que el coronavirus llegó para quedarse y que lamentablemente tendremos qué convivir con él por un tiempo indefinido.

Ahora se ha hablado de que los patrones, cuyo número de empleados rebasen cierta cantidad, estarán obligados a aplicar pruebas de COVID 19 para prevenir contagios en sus empresas.

Si partimos de ese criterio todos los trabajadores estarían obligados a hacerse la prueba, a pesar de no tener síntoma alguno, porque, como se sabe, alguien puede tener el virus y ser asintomático. Entre los empleados de Gobierno debe aplicarse el mismo sistema. Y ninguno de los tres niveles (Federación, estado y municipios) se han salvado de adquirir contagios.

Por ejemplo, en el caso del Gobierno del Estado de Sonora, se ha sabido de la presencia de casos positivos de COVID. Al detectársele, se le envía a casa y se le suministra medicamento. El protocolo indica que luego de catorce días de aislamiento, el paciente deberá hacerse de nuevo la prueba PCR para buscar un nuevo registro.

Sin embargo, a pesar de que el contagiado pudo haber convivido con sus compañeros, a estos se les permite continuar asistiendo al trabajo, sin pasar –cuando menos- por pruebas rápidas para detectar anticuerpos en la sangre.

El Sector Salud y su personal, por estar más expuestos al contagio, aplican exámenes recurrentemente, no así los burócratas de otras áreas, que están expuestos con el público o al contagio de compañeros y también despiertan cada mañana con el temor de adquirir el virus.

El Gobierno está obligado a ser más sensible ante un escenario tan extraordinario como el que vivimos por una razón muy sencilla: Debe poner el ejemplo.

La insensibilidad se demuestra ante esta pandemia cuando se abandona a la gente. Sobre todo a la gente que está dentro de la estructura oficial. El tema es tan serio, que ante una falla, se corre el riesgo de las consecuencias fatales y, con ello, el colapso de la imagen de todo el Gobierno, no solo del o los funcionarios implicados.

Napoleón decía que “las guerras se podían ganar por átomos”, entendiéndose cómo los pequeños detalles también cuentan y podrían ser determinantes.

Bueno, en la política de nuestros días, podríamos decir que “la guerra podría perderse por un virus… incontrolable”.

Bueno, el escaño que Morena perdió ante la renuncia de Lilly Téllez a la bancada de ese partido en el Senado de la República, lo acaba de recuperar ahora con la senadora suplente de Vanessa Rubio, esta última, priísta que inexplicablemente solicitó licencia para separarse de su cargo… Así es… La nueva legisladora, Nancy Sánchez, al relevar a Rubio, tomó la decisión de unirse a la bancada que coordina Ricardo Monreal, aunque advirtió que no se afiliaría al partido que llevó a la Presidencia a López Obrador… Como sea, es un voto más a favor de las iniciativas y agenda legislativa del partido en el poder… Lo de Vanessa Rubio, es de esas cosas que suceden de una forma por demás absurda en estos tiempos, dejando lugar a todo tipo de especulaciones, sobre todo cuando ella fue subsecretaria de Hacienda en el sexenio de Enrique Peña Nieto y el próximo juicio al extitular de Pemex, Emilio Lozoya, pudiera abrir una cloaca de corrupción en los sexenios panistas y del PRI, más recientes.

Sin duda, los funcionarios federales de la “cuatroté” que viajaron a Cajeme para sentarse a dialogar con los yaquis y tratar de llegar a acuerdos, apenas están conociendo la condición “negociadora” de la etnia… El pasado fin de semana, fue nota de ocho columnas que se había decidido retirar el bloqueo sobre la carretera Internacional y las vías de ferrocarril en Estación Corral, “porque se había llegado a acuerdos”… Ayer lunes, nuevamente la tribu bloqueó las mismas vías de comunicación, por una razón muy sencilla: Aún no tienen en sus manos los resultados de su gestión… Tan simple como eso… Así que el subsecretario de Gobernación y el titular del Instituto para la Atención de Pueblos Indígenas, encargados de preparar la mesa para la próxima visita del presidente López Obrador y que este sonría y levante sus brazos en señal de triunfo, merecerá un esfuerzo mayor… Las necesidades de la etnia son históricamente inacabables… Es un problema en la agenda política de Sonora, no desde el sexenio pasado, sino de varios antes.