OPINIÓN

Pronunciamientos, compromisos, la firma de un documento en blanco, las disculpas históricas y se fue

Rumbos

Mario Rivas, columnista.
Por
Escrito en OPINIÓN el

NADIE PODRÍA NEGARLE QUE es el segundo presidente más popular en la historia de los últimos cien años, solo después de LÁZARO CÁRDENAS DEL RÍO. Y por eso, quizá, es que la gente que lo sigue le perdona todo.

Hasta que la deje afuera de las instalaciones del cuartel bajo los rayos del sol de media mañana que ya calentaban bastante. Entre las vías del tren y la carretera 15, allí confinaron a quienes querían ver y saludar al presidente AMLO.

La gente estaba molesta. Y más cuando, al término de la “mañanera”, AMLO no salió por el frente, es decir, hacia la carretera brincando las vías sino que tomó la calle lateral y más adelante subió a la Cuatro Carriles.

La gente que se quedó esperándolo afuera, era de Morena.

Fuentes cercanas a estos Rumbos, reportan que el alcalde SERGIO PABLO MARISCAL, fue abucheado “hasta con megáfono en plena cara”, me cuentan que le gritaban corrupto, que la mayoría de los que lo vituperaban, era gente de un regidor del Ayuntamiento.

Naturalmente, la prensa de Cajeme, muy molesta. No se lo esperaban del presidente. De hecho, fue un error de AMLO o de su equipo de comunicación, pues está demostrado que los reporteros de Cajeme son muy respetuosos a la hora de formular preguntas.

Pero, bueno, así es AMLO.

¿El discurso en el “mañanera?

Bien, a secas… Diría yo que nada nuevo brilla bajo el sol. Dio su acostumbrada lección de historia, dijo que se reuniría con los yaquis, que les pediría disculpas por siglos de humillaciones, de asesinatos de su gente y que firmaría compromisos con ellos.

Más o menos.

La comitiva presidencial enfiló hacia el norte por la Cuatro Carriles. A la altura del monumento yaqui, había un retén de los yaquis. Un asistente del presidente descendió de la Suburban y platicó con el que encabezaba al grupo. Se infiere que su argumento fue que en prende de buena voluntad permitieran que el presidente pasara.

Y pasó.

Más adelante, justamente donde está la gasolinera y el Oxxo, a mano izquierda, estaba otro “retén” yaqui. Allí estaba LIBRADO VALENZUELA VALENCIA, de quien se dice es quien tiene el control de los llamados gobernadores “duales”.

De ese punto, la comitiva presidencial, se encaminó a la Cumunila de Vícam donde un grupo de niñas y niños le dio la bienvenida al presidente AMLO.

Y empezó la ceremonia.

De entrada, al hacer la presentación mencionó a la gobernadora CLAUDIA PAVLOVICH, quien se despidió al término de la “mañanera” en las instalaciones militares. Lo que en la voz populi se dijo, es que la gobernadora habría preferido dejar que fuese el presidente de la República quien corresponde al Gobierno Federal.

Esto es, palabras más, palabras menos, lo que se comentó entre periodistas.

La ceremonia en la Cumunila, fue amable y respetuosa. AMLO se comprometió a crear una Comisión Intersecretarial integrada por Conagua, Sedatu, INPI, y Secretaría para el Bienestar y dirigentes yaquis. Se encargará de revisar los territorios y acuerdos sobre lo que le pertenece a la tribu, no solo en el aspecto territorial sino también el tema del agua.

AMLO se comprometió a que su Gobierno hará que se les regrese a los yaquis la tierra que se les haya robado y en cuanto al agua, se garantizará que reciba la cantidad de metros cúbicos que establece el decreto firmado por el presidente LÁZARO CÁRDENAS.

Déjeme decirle que fue muy bien recibido el anuncio presidencial: fungirá como coadyuvante en la revisión de estos acuerdos, el exgobernador de Michoacán LÁZARO CÁRDENAS BATEL, nieto del general.

Ahora bien: concretamente, ¿cuál era el objetivo del presidente?

El peine apareció cuando abordó el tema del gasoducto. Fiel a su costumbre, les dio una repasada a los empresarios que han invertido y siguen invirtiendo en esta presa, terminó conminando a los yaquis a solucionar este problema pues la CFE necesita con urgencia ese gas para operar una termoeléctrica pues el Gobierno tiene pagados varios años por adelantado de gas.

Este era el principal objetivo.

A cambio, AMLO anunció que habrá apoyos en vivienda para las familias de la etnia, ya sea arreglando sus viviendas o construyendo casas donde no se tengan. Entre otras cosas.

Y llegó la cereza en el pastel: la firma de compromisos de todo aquello a lo que el presidente de México, se comprometió.

Se firmó el documento. Lo hizo el presidente y lo hicieron los líderes yaquis.

Pero… ¿Qué cree, caro lector?

¡Qué el documento estaba en blanco!

Era la 1:52 PM.

Al costo, señor mío. Al costo.

Cuando inició el regreso, la carretera estaba totalmente bloqueada de norte a sur por lo que optaron por el camino prácticamente de terracería que conduce a San Ignacio Río Muerto.

En esta población, tomaron la calle hacia el oriente, en la Fresno giraron hacia el norte, y en la Cuatro Carriles dieron vuelta hacia el aeropuerto de Ciudad Obregón. Lo que haya salido de esta visita, es muy pronto para entenderlo.

Lo del gasoducto está en chino. Y el presidente no está dispuesto a conciliar a los sectores productivos del país. En la “mañanera” me pareció que dijo que IGNACIO OVALLE FERNÁNDEZ, le había comentado que había algún tipo de apoyo para los productores. Si esta es una buena noticia, me alegraré por ello. Pero bien sabe usted que la burra no era arisca… Usted me entiende.

Sinceramente, yo no entiendo de estas cosas. O sea, no entiendo el significado que implicaría firmar un documento en blanco. Y a la vista de todos.

Lo cierto es que los yaquis son más pragmáticos que los “neoliberales”, esos que aborrece AMLO. No son sentimentales. No son poetas al estilo de AMADO NERVO. Conocí a un poeta y escritor yaqui. Fue mi amigo. Pero no he conocido a otro. No se dejan llevar por la emoción de los ideales. No son idealistas. Y con promesas envueltas en palabras históricas, no se llega a ninguna parte con ellos.

Y si no me cree, pregúntele a ÁNGEL VERDUGO, que también tiene sus “mañaneras” y por cierto, muy reveladoras.

En fin.

DE AQUÍ, DE ALLÁ Y DE MÁS ALLÁ

¡AH, QUÉ LAS HILACHAS! Cuando no me llueve me llovizna. Ayer recibí un par de llamadas telefónicas. Las dos de Hermosillo…

Ambos interlocutores, por separado, claro, me colmaron de críticas y no regatearon adjetivos para mostrar cuán molestos estaban por mi comentario sobre el PRI y en torno a la reforma estatutaria de ese partido…

“¿Por qué agravias de esa manera al PRI?…

No está mal que hayas establecido que el PRI se encuentra en una lastimosa situación, lo que está mal es lo que afirmas sobre la reforma y el centralismo que descalificas”…

Esto último me lo dijo un político muy colmilludo y ciertamente muy priísta…

El otro personaje, me desmintió: a los candidatos en Sonora nunca los han elegido la militancia, excepto cuando Eduardo Bours y Armando López Nogales contendieron en una elección interna entre afiliados y simpatizantes, por la candidatura priísta al Gobierno de Sonora…

Les dije lo mismo que aquí he dicho una y otra vez: jamás he denostado al PRI como partido. He cuestionado —y a veces con dureza— a quienes han degradado con su conducta la imagen del PRI…

Es todo.

Le abrazo.

m.rivastribuna@gmail.com