OPINIÓN

Juegos de seducción

La Tertulia Polaca

Aarón Tapia, columnista.Aarón Tapia, columnistaCréditos: Tribuna
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Tanto en Morena y sus aliados como en MC, es muy claro quiénes son los liderazgos que van a decidir en su gran mayoría las candidaturas, no hay mucho que profundizar, lo más angustiante son las escisiones por inconformidades en cuanto al rol, cargo o candidatura que se les proponga a ciertos cuadros políticos, como han sido los casos más visibles de María Dolores del Río que se fue de MC y se integró al proyecto electoral del candidato de Morena, Alfonso Durazo. Y Norberto Barraza que de ser un candidateable a la alcaldía de Hermosillo por Morena, ahora es un posible candidato de la alianza del PRIANRD o hasta en dado caso para MC, liderado por Ricardo Bours. En todo lo demás, en estas dos instituciones políticas todos tienen muy claro el redil por el que deben transitar y quienes son las guías.

Vale la pena centrar en estos momentos el ojo analítico en la tensión que ha generado los juegos de seducción en las negociaciones entre las cúpulas partidistas de la alianza PRI/PAN/PRD por la definición de candidaturas.

En estas negociaciones el PRD es factor absolutamente de nada, su condición de apenas representar el 2% de la votación (elección 2018) lo coloca en una posición limosnera, aceptando lo que se le dé, sin el menor margen de negociación. Su proyecto electoral real para este 2021 es recuperar el financiamiento público que lo perdió el 2018 por no cubrir el mínimo porcentaje de votos que es del 3%.

Las negociaciones entre PRI y PAN en estos momentos se encuentran en una tirantez bastante aguda.

La razón de ser de esta alianza se llama Ernesto Gándara, candidato a gobernador y es el único imán de esta “unión”. Las candidaturas para diputaciones locales y federales han sido medianamente tersas, existe el suficiente entendimiento tripartita. La tensión se encuentra en las candidaturas municipales, pero el epicentro es la capital sonorense.

La definición de la candidatura de Hermosillo es la que destrabara a las demás, pero al día de hoy, se contempla como una tarea titánica la distensión sin dejar la impronta de agravios y se eviten los muy comunes complots y traiciones electorales. En esta alianza PRI/PAN/PRD hay cuatro aspirantes para la candidatura a la alcaldía de Hermosillo: Ernesto ‘El Pato’ de Lucas, Norberto Barraza, Antonio Astiazarán y David Figueroa.

‘El Pato’ de Lucas cuenta con el apoyo de todos los priístas y un sector del PAN, entre los más visibles, la secretaria general del partido Lisette López, Gustavo de Unanue y Eduardo Romero, estos últimos dos son integrantes de la mesa de negociación de esta alianza. De Lucas junto a Norberto Barraza representarían los cuadros más competitivos y con mayores posibilidades de competirle a Morena, según las encuestas, además los antecedentes electorales del ‘Pato’ en el 2018 así lo refrendan, fue de lo más competitivo ante la ola morenista.

Norberto Barraza cuenta con el respaldo del presidente estatal del PAN, Ernesto Munro y su grupo. Barraza es un exfuncionario público municipal con gran aceptación entre la ciudadanía por su eficiencia y honestidad. Sin embargo, sus detractores políticos acusan falta de carácter y liderazgo para asumir un cargo con tantas complejidades como lo es la alcaldía de Hermosillo.

A Toño Astiazarán lo secunda un sector del PAN liderado por Héctor Larios, Damián Zepeda, Ramón Corral y cierta simpatía de Javier Gándara.

Los priístas le tienen la puerta cerrada, no tanto por su salida de este partido, sino por lo que Astiazarán con justa razón exhibió; las triquiñuelas porcinas que le recetaron para dejarle el paso libre a la candidatura por la Senaduría a Silvana Beltrones y lamentablemente ese apellido seguirá pesando y siendo definitorio en muchas decisiones en el PRI sonorense.

Pero también el Toño tiene un amplio sector del panismo en contra por su tardía en afiliarse a este partido.

David Figueroa es el más alejado de las preferencias cupulares partidistas y de las ciudadanas, pero paradójicamente esto podría ser su arma más poderosa como ya lo ha sido en anteriores contiendas electorales donde ha salido victorioso, tal es el caso del año 2003, cuando ganó la alcaldía de Agua Prieta, iniciando con todo en contra. Se enfrentó al cacicazgo de la “Teranía” de Vicente ‘Mijito’ Terán, iniciando con más de 50 puntos de desventaja en las preferencias de la intención del voto.

Figueroa conserva una imagen aceptable, alejado de escándalos de corrupción, se desmarcó muy temprano del padrecismo y en su intento por ser candidato independiente en 2018 a esta alcaldía, estuvo a punto de ganarle esa posición a Norberto Barraza.

Figueroa podría ser la carta que realmente está jugando el ‘Pato’ de Lucas y en una aparente decisión salomónica para destensar las negociaciones, la figura de David podría ser la más conveniente.

Es el menos popular de los 4 aspirantes, pero junto a Barraza cuenta con menos negativos y dado su oficio político y electoral, podría ser quien ostente el techo más alto para crecer en las preferencias, aunque su asociación con el calderonismo será un lastre muy pesado al igual que las tres siglas que representan esta alianza.

La moneda está en el aire, pero existe una gran verdad de perogrullo que es, que las candidaturas en ningún partido político ni en ninguna alianza, se decide de manera democrática por la militancia base de los partidos, mucho menos la ciudadanía en general, son las cúpulas partidistas junto a los patrocinadores electorales quienes realmente las deciden. Tampoco se definen en base a qué perfil sería el más beneficioso para la sociedad en su conjunto, más bien, es elegido quien pueda ofrecer altas probabilidades de triunfo electoral y/o que garantice preeminencias al grupo político y grupos de interés que lo respalden.

Un fragmento de la lírica de la canción juegos de seducción de Soda Stereo se podría aplicar con sentido analógico y metafórico de cómo se deciden y se crean las candidaturas para cargos públicos de elección popular, además de las promesas y realidades que estas conllevan:

“Voy a ser tu mayordomo y vos harás el rol de señora bien o puedo ser tu violador, la imaginación esta noche todo lo puede. Te llevaré hasta el extremo... abrázame, este es el juego de seducción”.

En cada campaña electoral los candidatos nos han prometido que la ciudadanía jugará el rol de la señora bien, donde ellos serán los mayordomos que gobernarán y legislarán obedeciendo a los intereses ciudadanos de la señora bien, pero, al finalizar el juego de la seducción electoral, se acaba imponiendo la realidad donde los mayordomos que arriban al poder terminan siendo violadores que en cada año electoral la imaginación de la felonía todo lo puede y con abrazos ultrajantes nos han llevado al extremo del deterioro socioeconómico y político.