OPINION

Con alcalde ausente que busca reelegirse, Tarango dio la cara a los cajemenses por lo del Dique Diez

Rumbos

Mario Rivas, columnistaCréditos: Tribuna
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Escrito en OPINIÓN el

UN DÍA DESPUÉS DE LA GIRA por Cajeme que realizó el candidato de Morena a la Gubernatura, ocurrió el incidente.

El tema fuerte de cualquier candidato, debe ser el de la creciente violencia que se abate sobre Sonora, y en particular, en ciertas regiones consideradas clave para la economía estatal. La sociedad, que empieza a relajarse luego de un año de confinamiento sanitario, pasa por un momento crítico en cuanto a conducta personal. Muchos ciudadanos se tornan violentos en cualquier paseo y se vuelven contra las autoridades ante una llamada de atención o un simple regaño.

En este delicadísimo contexto, las autoridades, por su parte, deben conservar la calma y aplicar criterios.

Esto es en dos sentidos.

Pero evidentemente este deterioro del buen juicio también afecta a los representantes del orden público.

El capitán CÁNDIDO TARANGO, jefe de la Policía Municipal Preventiva de Cajeme, perdió el control de sí mismo ante la insolencia de una joven que grababa con un celular una supuesta discusión entre los elementos policiacos y un grupo de personas que se encontraban en el “arrancadero” del Dique Diez.

Lo que sucedía ahí no era algo como para que el señor Tarango perdiera la calma.

Muy mal se vio cuando le lanzó un manotazo a la persona que grababa el incidente y peor se vio cuando, horas después y tras difundirse los hechos en redes sociales, subió a sus propias redes un video en el que explica las razones por las que perdió el control y pide disculpas a la ciudadanía.

Esto ocurrió, decía yo, horas después de que ALFONSO DURAZO encabezara en Cajeme un evento político en el que presumió lo bien que al frente de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, había dejado la seguridad en México y en Sonora.

¿De verdad el capitán Tarango perdió los estribos?

Yo lo dudo. Y lo dudo porque este pequeño sainete lo hubieran solucionado fácilmente los policías locales. No era necesario que el capitán, evidentemente limitado de recursos conciliadores, interviniera directamente.

Otra pregunta: ¿Creyó que por encontrarse en el Dique Diez, un hermoso paraje campestre alejado de la ciudad, podía permitirse un arrebato como ese que se le vio cuando intentó arrebatarle la grabadora a una persona?

Desde luego: me hago cargo de que a todos nos pasa. No soportamos la insolencia de algunos jóvenes. He visto, en muchas ocasiones, todo lo que un elemento de la Policía Preventiva, ha tenido que hacer para no caer en un abuso de autoridad cuando algún rijoso, alguna persona ebria, incluso, alguna ama de casa enardecida porque la Policía quiere llevarse detenido a su marido, insulta al guardián del orden, y con frecuencia, le tunde a trancazos.

Y el Policía tiene que hacer de tripas de corazón.

Pero esto no lo debe hacer un jefe policiaco y menos alguien que llegó al cargo precedido de buena fama.

Vi y escuché el video en el que se disculpa. ¡Con un carajo! ¿Qué no hay en los altos mandos de la municipal en Cajeme alguien que lo asesore para que la disculpa tuviese el efecto que se buscaba?

La verdad sea dicha, al capitán Tarango le salió peor el remedio que la enfermedad.

Me cae que sí.

Tengo, para mí que en estos Rumbos ya he dicho que la percepción que tengo del señor Tarango es que se trata de un buen hombre. Pero, militar al fin, muchas cosas no se le dan en su trato con la ciudadanía. No es que sea un represor que, en mi opinión, no lo es. Es que su formación castrense está diseñada para misiones muy específicas, no para tareas de carácter esencialmente civiles con aplicación del sentido común y del criterio personal cuando esto sea necesario.

Y la última pregunta en este tema: ¿Y a todo esto, dónde está el alcalde SERGIO PABLO MARISCAL, en momentos en que él debería de haber acompañado al jefe policiaco en su comparecencia digital ante los cajemenses?

Si lo llegan a ver—les digo a mis dos que tres lectores—por favor, díganselo.

En fin.

DE AQUÍ, DE ALLÁ Y DE MÁS ALLÁ

¡OH, LA LÁ! AYER REALIZÓ UNA AGENDA tupidita en Cajeme RICARDO BOURS CASTELO, candidato de Movimiento Ciudadano al Gobierno de Sonora…

Vino a su tierra en calidad de candidato tras de un intenso peregrinaje por cientos de comunidades enclavadas en todas las regiones, en todos los valles, en las altas y bajas sierras y en el Desierto de Altar, pero también en las grandes y pequeñas ciudades…

Honestamente, a Ricardo no le han podido ni siquiera pisarle los talones. Es empecinado en su viajar y viajar, en llegar hasta el último rincón sonorense, y lo mismo se le ve dialogando con un grupo de pescadores de Guaymas que con indígenas del noroeste del estado, si no es que en amena charla con artesanos de los pueblos de la sierra…

Ayer mismo me deleitaba observando en redes sociales imágenes en las que dos mujeres indígenas, de colorido vestuario, intercambian palabras sobre la venta de ese día, mientras que Ricardo, a cierta distancia, cruza impresiones con un indígena repechado con su canoa a un lado… Es asombrosa la capacidad de resistencia que tiene este candidato y llama la atención que en unos meses, a la chita callando, haya superado todas las expectativas…

Venir en esta fecha, como candidato a gobernador, no significa que existan factores de competitividad que lo obligan a estar en su ciudad precisamente por estos días en que otros dos candidatos a gobernador, con diferencia de días—ALFONSO DURAZO y ERNESTO GÁNDARA—visitaron Ciudad Obregón…

Esto no significa nada en el caso de Ricardo Bours. Así lo veo yo y le diré por qué: Ricardo Bours le está llegando a la gente del norte, noroeste y noreste de Sonora, y el sur es territorio conocido y de confianza…

Decir Cajeme es decir la casa de Ricardo Bours y el hecho de que un candidato como Durazo haya venido tres días antes a Obregón, en realidad no hizo sino exhibir cuán grande es el desconocimiento del nativo de Bavispe, del territorio estatal…

Por otra parte, hoy arribará El Borrego ERNESTO GÁNDARA a Cajeme en recorrido de dos días y, bueno, él aquí tiene su pedacito de parcela, pero estoy cierto que reconoce que estará pisando territorio bastante complicado para quienes en años no lo han visto…

Ya lo dice el conocido y viejo refrán: “Santo que no es visto, no es adorado”… Como sea, con la gira del Borrego entre hoy y mañana, la de Ricardo el día de ayer y la de Durazo el pasado fin de semana, los tres principales candidatos al Gobierno de Sonora, ya podrán medir fuerzas en la tierra de uno de ellos…

Ciertamente, tres candidatos a gobernar Sonora casi coincidieron en Cajeme…

De hecho, los separó dos días en un caso y un día en el otro…

¡Bienvenida la democracia!...

VOLVIENDO A RICARDO, EL DE ayer fue un día sumamente ajetreado pues cubrió diversos eventos, encuentros con grupos sociales, visitó varias colonias y ayer en la tarde continuó lo que para algunos fue un derroche de alegría y de buen vivir…

¡AH, QUÉ LAS HILACHAS! El tiempo me ha ganado en estos días y se han acumulado los pequeños eventos que para mí son muy grandes sentimentalmente hablando…

Hace más de 60 años, siendo yo un chiquillo de 12 años, un viejo amigo de mi padre me dijo una vez que los amigos son importantes cuando se ha llegado a viejo, como la propia familia…

“A los amigos se les cuida y no se les desatiende porque es lo único que nos queda”… Durante décadas no le di mucha importancia a aquellas palabras del amigo de mi papá, hasta que me tocó el turno de rebasar la línea del tiempo…

Platicaré, pues, con usted, de algunas de esas cosas muy de uno, pero no ahora…

Será después…

Es todo.

Le abrazo.

m.rivastribuna@gmail.com 

Fuente: Mario Rivas

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