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Repartidores de comida en Cajeme relatan el viacrucis que viven por la inseguridad

Robos, accidentes y daños a la integridad física son algunos de peligros que enfrentan los trabajadores de entrega de alimentos

Repartir comida: Empleo marginado, de alto riesgo...por un bajo sueldo​​Créditos: Luis Solano
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Ciudad Obregón, Sonora.- Trabajar como repartidor de comida es una “moneda al aire”. Quienes se emplean en ello viven de un salario precario y están constantemente expuestos a la inseguridad o algún accidente. Sin embargo, para personas como Marcos y Esteban no hay otra opción pues la necesidad es grande. 

El trágico accidente automovilístico, del pasado 29 de abril, donde un repartidor de carnitas perdió la vida con tan solo tres días de haber entrado a trabajar, es un constante recordatorio de una serie de problemas del oficio. Ambos, Marcos y Esteban, tienen presente el hecho y lo recuerdan con tristeza, piensan que ellos podrían haber sido su compañero. 

Marco, repartidor de comida

Marcos, es repartidor para una cadena de alimentos. Es consciente de que no solo puede matarlo sufrir un choque o caída de su moto. Él teme más por la inseguridad, vivir en la cuarta ciudad más violenta del mundo y realizar su trabajo en una moto lo hace presa fácil, “el año pasado me robaron a punta de pistola mi motocicleta”, recordó. 

Además, por cuestiones económicas ha tenido que buscar otros empleos. “Tengo otros trabajos porque tampoco es que ganes mucho como repartidor, y se pudiera decir que el riesgo no vale el sueldo, pero la necesidad de completar un salario digno me obliga a tener varios empleos, tuve que sacar otra motocicleta a crédito, así que si ya de por sí, batallaba para completar el gasto, ahora es peor porque tengo que pagar por mi herramienta de trabajo”. 

Esteban, repartidor de comida

Esteban, es repartidor en bicicleta, y ve todavía más complicado el panorama. Incluso tiene marcadas varias zonas de la ciudad a las que no entra, por el riesgo de ser asaltado. “Ya que empieza a oscurecer prefiero perder la comisión que pudiera ganar, que arriesgarme a un asalto en alguna de las colonias conflictivas”.

Aunque él y sus amigos han hecho denuncias, estas no han sido escuchadas, las autoridades no les han dado respuestas ni protección. “Ya saben que colonias o zonas de la ciudad presentan este problema pero hacen oídos”, lamentó. También Esteban ha visto que el ingreso que obtiene no es lo mejor, pero por necesidad continua, tiene una familia que mantener. 

Aparte de la inseguridad que nos toca ver o vivir, los restaurantes nos exigen una calidad en la entrega, cosa que se nos dificulta por el mal estado de las vialidades, muchas veces la comida llega batida, pero no es por falta de cuidado por nuestra parte, existen calles que es imposible sacarle la vuelta a los baches”, finalizó.

Alier Chavez, vicepresidente de los restauranteros Unidos del Sur de Sonora, señaló que el tema de reparto a domicilio es delicado, sobre todo cuando muchas de las calles de la ciudad se encuentran en malas condiciones, falta de señalización de altos, ya sea porque no se colocan o porque son robados, así como falta de pintura de señalización, incrementan el riesgo de accidentes.

Definitivamente una pérdida humana es dolosa, por eso debemos capacitar al personal en el uso de la motocicleta, pero también ser consciente como conductor al momento de transitar, personalmente tengo dos personas incapacitadas, por lesiones en accidentes donde no tuvieron la culpa”, puntualizó.

Fuente: TRIBUNA