Estados Unidos.- En las redes sociales ha causado un gran furor un libro bastante antiguo que está en Estados Unidos, pues sin exagerar, este podría matar literalmente a cualquier persona que lo toque, lo que ha desatado miles de teorías, pero está es la verdadera razón.
En 1874 se publicó un libro llamado: Sombras de los muros de la muerte: hechos e informaciones que preceden a un libro de muestras de papel tapiz arsenica, por el cirujano de la Unión Soviética durante la guerra civil, Robert Clark Kedzie, del cuál quedan solo algunos ejemplares que radican en el país norteamericano.
Dicho libro es el que podría ocasionar el deceso inminente de la persona que lo toque podría fallecer ya que las hojas de papel están escritas con tinta que contiene arsénico, un veneno bastante letal para cualquiera que lo consume de cualquier manera.
El médico que después se convirtió en profesor de química, en su libro revela que la gente fallecía a causa de leer libros, ya que estos estaban revestidos de este potente veneno debido a que las hojas estaban revestidos con este, incluso algunos papes tapiz ya que lo usaba como ingrediente para hacer más vividos los colores.
En época más de 60 por ciento del papel contenía esta sustancia tóxica que con el tiempo se liberaba y se impregnaba en la ropa, la comida, las manos de las personas, en el aire de su hogar, lo que provocaba su muerte, aunque al principio se trato de una teoría, poco después se comprobó que era cierto y los libros que se tenía este papel fueron quemados.
Entre ellos varias de las 100 copias de este libro, el cual ha sido conservado por varias instituciones estadounidenses como dos universidades del estado de Michigan, en la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard y el cuarto está en la Biblioteca Nacional de Medicina.
Estos antes de ser envueltos en una película plástica en 1998 para evitar que el arsénico sea liberado e infecte a las personas, no podía ser tocado por nadie que no usara unos guantes y traje especial, pues se enfermaba y a veces hasta fallecía.