Ciudad de México.- En la década de los 90, Flavio Raymundo Martínez, conocido artísticamente como Flavio César, se convirtió en uno de los artistas más cotizados dentro de la música y de la actuación.
En 1994, el galán de telenovelas alcanzó la fama en Televisa con su participación en Agujetas de color de rosa y no solo se popularizó en México, sino que también en varios países de América Latina.
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Con respecto a su carrera como cantante, el regiomontano adquirió una gran relevancia gracias a concursos tales como Juguemos a Cantar y Valores Juveniles, así como por su sencillo En cada canción.
A pesar de su arrasador éxito en el mundo del espectáculo, los allegados al artista lo comenzaron a notar disperso, pues él aseguraba que sentía un vacío en su vida y así emprendió su camino espiritual.
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Posteriormente, el intérprete optó por darle un cambio radical a su vida y dejar atrás la fama, los sets de grabación y los reflectores para convertirse al cristianismo, religión en la que encontró lo que buscaba.
Aunado a esto, Flavio César puso su talento a la disposición de Dios y emprendió su faceta como pastor, a la vez que disfruta de la compañía de su esposa Gaby y de sus hijos Flavio Kaleb, Abril Victoria y Elián.
Fuente: Revista Fama, La Unión Puebla y TVyNovelas