Londres, Estados Unidos.- El pasado viernes, 9 de abril, el Palacio de Buckingham dio la noticia de que el Príncipe Felipe, esposo de la Reina Isabel II, había fallecido de forma pacífica en el Castillo de Windsor, en Reino Unido.
Cuando Felipe de Edimburgo se casó con la Reina, tuvo que renunciar a varios aspectos de su vida, desde su carrera naval, hasta su propio apellido y derechos reales en Grecia, razón por la que se sintió muy aliviado con la llegada de Diana de Gales al palacio en el año 1981.
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De acuerdo a algunas cartas que ambos príncipes se enviaron en el año 1992, se puede entender que tenían una relación magnífica de suegro y nuera, tanto es así que el mismo Felipe llegó a fungir como mediador cuando su hijo dejó a Lady Di por Camilla Parker Bowles, a pesar de que en una de sus cartas enviadas a la princesa, admitió no ser buen consejero matrimonial.
Por su parte, Diana no reparaba en decirle 'papá', de forma cariñosa, en sus cartas, además de agradecerle su cariño en esos momentos tan complicados, ya que se sentía muy sola.
Después de la muerte de Diana Spencer, Felipe se volvió muy cercano y cariñoso con sus nietos, William y Harry, hijos de la fallecida Princesa de Gales.
Fuentes: RTVE, The Sun, Diario Libre