OPINION

Impredecible y peligroso en extremo, un presidente que asume tener metidas las manos en elecciones

Rumbos

Mario Rivas, columnistaCréditos: TRIBUNA
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ANABEL ACOSTA ISLAS, CANDIDATA aliancista a la alcaldía de Cajeme, le ofreció un convivio y un reconocimiento a las activistas y lideresas de la alianza PRI, PAN y PRD, con motivo del Día de las Madres.

Este evento se llevó a cabo en el Centro Magno de Ciudad Obregón el martes 11 de este mes de mayo. Es decir, con un día de retraso para efectos un mayor lucimiento y para dejar margen a un esplendor más delirante considerando que las mamás concurrentes ya estaban más relajadas luego de cumplir con sus compromisos familiares. Usted me entiende.

¿Por qué allí, en ese lugar, y por qué a destiempo?

En cierto modo ya dije las dos respuestas. Pero si vos me lo permite, voy a ampliar la explicación.

Va: Anabel es una persona dadora de amistad. Ama a la gente. Ve a la gente. Escucha a la gente. La entiende. Se preocupa por sus problemas.

En ella, no son poses. No son clichés políticos. Sabe reír y sabe sonreír. Y una y otra faceta, las hace tratando de ser amigable. En esto, justamente, radica su carisma.

Muchas personas creen erróneamente que el carisma es una cuestión cosmética que un candidato o una artista de la farándula se aplica para construirse un rostro simpático. No es así.

El carisma es un conjunto de factores que se dan en el organismo del ser humano que permite que pueda expresar, en forma natural, una sonrisa, un guiño de ojos o todo junto, como mensaje de simpatía, como una conexión entre dos personas.

Palabras más, palabras menos, de eso se trata el carisma. Eso que en Anabel Acosta surge con una graciosa espontaneidad. Esto explicaría, en algún modo, por qué al principio de esta contienda, remontó 20 puntos porcentuales que la aventajaba la marca Morena hasta el punto de estar en una situación que, mientras sube ANABEL, Morena baja.

Son las llamadas tendencias.

No hablemos de carisma en la marca Morena porque ahí no saben con que se come esto.

Voy a contarle una pequeña historia: en un grupo de senadoras y diputadas federales, durante una gran fiesta política en la Ciudad de México, amigas de Anabel, dialogaban sobre el fenómeno de esta mujer política cajemense.

Una de ellas —me parece que chihuahuense – pareció dar en el clavo: en Anabel cuenta mucho el origen. La formación y el esfuerzo. Tres etapas en la vida de un ser humano que son fundamentales para ser un buen político.

El origen —si es de condición humilde— garantiza que no será un político soberbio; la formación, que podrá ser un empresario y crear vínculos empresariales estupendos, sin olvidarse de su origen; y el esfuerzo, eso que no todos conocen y que en Anabel Acosta es una presencia permanente.

Hablo de ella porque le conozco. Y le admiro. Como la admiran muchos ciudadanos, aunque no le conozcan cómo le conozco yo. Ella llegó a senadora para quedarse por más de cuatro años en un escaño de la Cámara Alta, por una circunstancia que muchos atribuyeron a su “buena suerte”.

Con suerte o sin ella, llegó al Senado sin haber sido ni siquiera regidora de su municipio.

En una contienda luego conoció la derrota de circunstancias. Una “Marca”, la de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, que con todo y con todos arrasó.

Se levantó con gallardía, con gran honor y continuó su vida normal, la de todos los días.

Y entonces sucedió algo extraordinario: muchos ciudadanos de clase media baja y alta, se dieron cuenta que esa Anabel Acosta que de la derrota se levantó con la misma sonrisa y el mismo carisma que le conocieron en la campaña recorría el Valle del Yaqui como si nunca hubiera sido derrotada en una elección política.

Y supieron que en ella podían confiar para volver al camino del triunfo y corregir el error de haber votado a ciegas. En fin, algún día platicaré el resto de esta historia.

Algún día.

DE AQUÍ, DE ALLÁ Y DE MÁS ALLÁ DÉJEME CONTARLE, CARO LECTOR: De muchos años a acá tomé la decisión de nunca fallar a mi cita de seis días por semana, con mis dos que tres lectores….

Hasta antes de aquella decisión, yo no dedicaba un día específico al descanso… El problema era que cuando me surgía algún compromiso fuera del ámbito de mi trabajo, me tomaba el día como si tal cosa… Y las cosas no debían ser así….

Don FAUSTINO FÉLIX ESCALANTE —a quien yo siempre di el trato de tú,-- me dijo, mientras cenábamos en un restaurant de comida japonesa en la Ciudad de México, que debería imponerme un día específico para descansar y que entonces sabría yo la importancia del descanso….

Tomé en cuenta su consejo y escogí el sábado para descansar…. Y sí, Faustino -Don Faustino— tenía razón…

Usted seguramente se dio cuenta que el pasado miércoles esta columna no apareció en su lugar habitual… O sea, que el martes no escribí Rumbos…

Me sucedió lo que a cualquier ciudadano le pasa en cualquier momento imprevisto de salud: Tomé el teléfono y me sentí raro al pronunciar las palabras también extrañas en mi: “Le aviso con pena que no habrá columna hoy” …

Mi problema empezó a solucionarse un poco después del amanecer…

Ya era el mediodía, estaba listo para reiniciar mis actividades habituales.

En mi WhatsApp, había tres mensajes. Uno era de CHAYITO OROZ IBARRA. Ella, que conoce lo que en los últimos cuatro años y medio me ha sucedido, simplemente me preguntó: “¿Estás bien, Mario?” …

Doña CUQUITA AMADO DE ARAIZA, enviaba bendiciones y preguntaba por mi salud, y mi entrañable amigo que lo ha sido desde hace 55 años, el Dr. FRANCISCO VERDUZCO VALENZUELA, sacando fuerzas de su propia convalecencia luego de un COVID-19 y a sus 86 años, me desea buena salud y que todo salga bien…

Siempre he creído que es bueno llegar a esta edad. Mis amigos contemporáneos sienten empatía por mí, como yo la siento por ellos… Precisamente, hace unos días, uno de estos amigos entrañables, el Dr. ARNULFO RODRÍGUEZ, me envió una antigua fotografía que nos fue tomada en la casa campestre que el también Dr. ANTONIO ALVÍDREZ LABRADO, tiene en la bucólica población de Cócorit….

Al pie de la foto, Arnulfo agrega esta inscripción: “Bonito recuerdo, mi Mario, en casa del Toño Alvídrez de Cócorit”…

En la gráfica, sonrientes a más no poder, Arnulfo, Toño Alvídrez, RAÚL ACOSTA TAPIA, JUAN MANJARREZ DÍAZ, el columnista y ALEJANDRO VILLEGAS ORRANTIA…

Pues sí, mi Arnulfo: bonito recuerdo….

¡Y AGÁRRATE, GENOVEVA, QUÉ VAMOS A GALOPAR! Ya no son insinuaciones ni amenazas! Son afirmaciones tronantes y amenazadoras, se mete, está metido hasta el cuello en la campaña y no se arrepiente… inventa injerentismo donde no lo hay es evidente su desesperación por lo que ya es una realidad: en Nuevo León Morena está irremediablemente perdido y en la contienda por la gubernatura su candidata está relegada al tercer lugar….

Y hay más: en Chihuahua va perdiendo Morena, y en Sonora hay un riesgo cierto de que ALFONSO DURAZO también pierda la elección….

Vienen días obscuros….

Es todo.

Le abrazo.

m.rivastribuna@gmail.com